Page 6 - Arlt y Mansilla: la conversación escrita. Analía Pinto
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Comenzando a recorrerla [a la calle del Gato Muerto] de Triunvirato Arlt y Mansilla: la conversación escrita
hacia el norte, a pocos metros de esta última calle, en un zig-zag de
terrenos formados por los entrantes y salientes de los muros de casas
y fábricas hay un cerro, compuesto de alambres, chapas, hierro vie-
jo, colchones, etc.(…) Hay marcos de hierro tirados por el suelo (no
hay un milímetro de exageración), tanques de nafta de automóviles,
troncos de palmera, gatos muertos, trapos en definitivo desuso; zan-
jas laterales que tienen profundidades de riachos; veredas de menos
de un metro de ancho; veredas extrañadas de serlo y que no saben si
terminar de desaparecer o ensancharse; caminitos que suben y bajan
(Arlt, 2005: 134).

Como puede observarse, a pesar de la civilización y el progreso
que denota el fragmento arltiano (visible en, por ejemplo, los
tanques de nafta de los automóviles), Buenos Aires todavía no
ha dejado de ser una aldea cenagosa y húmeda, y a poco que la
mirada del que escribe se aleja del centro, la barbarie vuelve a
asomar su barrosa estirpe.

5) Referencias literarias: tanto las causeries como las aguafuertes es-
tán repletas de las más diversas referencias literarias. En el caso de
Mansilla, si se tiene en cuenta su formación y su origen, son cierta-
mente esperables. Los hombres del 80 eran, en general, muy cultos
a pesar de los grandes rasgos autodidactas que campeaban en casi
todos ellos (Sarmiento y el propio Mansilla son un buen ejemplo de
esto). Sin embargo, las referencias literarias eruditas en Arlt, no siem-
pre analizadas como es debido, dan por tierra con esa visión del au-
tor que lo quiere colocar a la misma altura de uno de sus personajes
principales, Silvio Astier: el “aficionado pobre”, como lo denomina
Beatriz Sarlo (1988)5. Arlt, contra su origen inmigratorio y su extrac-
ción social baja, logró, a fuerza de prepotencia e ingentes lecturas,
conformarse un saber literario envidiable, que se refleja sin cesar en
las aguafuertes porteñas. Por citar un ejemplo, en “El hombre de la
camiseta calada”6, observa: “¡Cuándo aparecerá el Charles Louis Phi-
llipe que describa nuestro arrabal tal cual es! ¡Cuándo aparecerá el
Quevedo de nuestras costumbres, el Mateo Alemán de nuestra picar-
día, el Hurtado de Mendoza de nuestra vagancia!” (Arlt, 1958: -). Los

5 Sarlo, B. (1988). Una modernidad periférica. Buenos Aires, 1920-1930. Buenos Aires: Nueva Vi-
sión, p. 19. “Claridad, editorial y revista, Los Pensadores, Los Intelectuales, publican de todo: fic-
ción europea, ensayo filosófico, estético y político. Arman la biblioteca del aficionado pobre; respon-
den a un nuevo público que, al mismo tiempo, están produciendo, proporcionándole una literatura
responsable desde el punto de vista moral, útil por su valor pedagógico, accesible tanto intelectual
como económicamente”.

168 | Letras | ISSN 2524-938X
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