Jair Bolsonaro, candidato a presidente de Brasil, declaró que planea entrar con un lanzallamas al Ministerio de Educación para terminar con los rastros del legado de Paulo Freire. Afirmó que la educación brasileña está hundida, que se está discutiendo ideología de género y que la escuela no tiene que ser partidaria. También sostuvo que hay jóvenes de 15 años que no saben nada de Física, de Matemática, ni siquiera hacer una regla de tres simple y afirmó que la educación tiene que ser más objetiva.
Consultado por la pérdida de pensamiento crítico que implicarían estas medidas, Bolsonaro argumentó diciendo: “Vayan a Japón para ver si ellos están preocupados por el pensamiento crítico”. Por otra parte, una de las medidas en materia de educación que propone si llega a la presidencia de Brasil es la implementación de colegios militares en los estados como un modo de resolver las falencias de la educación pública.
Desde la Facultad de Periodismo y Comunicación Social de la UNLP repudiamos las declaraciones fascistas del candidato Jair Bolsonaro. Sus afirmaciones pretenden erradicar una de las tradiciones emancipatorias más fructíferas de todo el pensamiento situado latinoamericano. De la misma manera, esto se enlaza con las declaraciones que también han planteado numerosos representantes de la alianza gobernante de Cambiemos en nuestro país en contra del pensamiento crítico y a favor del “optimismo”. Basta recordar que la Dirección General de Cultura y Educación de la provincia de Buenos Aires, en 2017, sacó una resolución prohibiendo la política en las escuelas.
Las declaraciones de Bolsonaro están estratégicamente dirigidas a horadar el núcleo del Partido de los Trabajadores. Paulo Freire fue uno de los miembros fundadores del PT y secretario de Educación del municipio de San Pablo cuando ganaron el primer distrito. La influencia teórica y política que tuvo ha sido inconmensurable para la consolidación de esa propuesta política. Lula ha declarado que le debe más en su formación a Freire que al propio Marx.
Al recibir el premio Rodolfo Walsh, el 9 de mayo de 2017, Dilma Rousseff sostuvo: “Quien tiene esperanza, lucha”. De esa manera, Dilma le rendía tributo a Paulo Freire, quien en Pedagogía del Oprimido afirma: «Me muevo en la esperanza en cuanto lucho”. Por esta razón, entre otras, Bolsonaro ataca a Freire.
