PRENSA

Los poderes económicos globalizados, los medios hegemónicos encabezados por la Rede Globo, el Departamento de Estados de Estados y los sectores más reaccionarios del Ejército y el poder político de Brasil, retienen hace un año en las mazmorras del poder, al ex presidente Luiz Inácio “Lula” da Silva.

El ex presidente de Brasil y líder del Partido de los Trabajadores (PT), cometió la gran ofensa de ser un trabajador metalúrgico que llegó a la presidencia de su país, aplicó políticas sociales y económicas que sacaron a más de 40 millones de brasileros de la pobreza y elevaron al gigante suramericano al lugar de sexta economía a nivel mundial.

Junto Néstor y Cristina Kirchner, Hugo Chávez, Rafael Correa, Evo Morales, Fernando Lugo, Dilma Rousseff, Fidel y Raúl Castro, Daniel Ortega y otros grandes referentes regionales, fieles a las necesidades de sus pueblos, construyeron un proyecto de Patria Grande libre, justa y soberana.

El proyecto imperial, encarnado en la figura de juez Sergio Moro (un hombre del departamento de Estado de Estados Unidos) y con la complicidad necesaria e imprescindible del multimedio Rede Globo, persiguió y condenó arbitraria e injustamente al líder del PT.

En el fallo condenatorio, el juez Moro admitió que no tenía pruebas, pero aseguró tener “la convicción” de que Lula había cometido el delito del que se lo acusaba y afirmó que con eso “era suficiente”.

Moro condenó a Lula, lo proscribió, le prohibió dar entrevistas y participar de la campaña presidencial. Gracias a esas medidas, el ultraderechista Jair Bolsonaro, ganó las elecciones y se convirtió en el nuevo presidente de Brasil.

Los favores de ese sector del Poder Judicial brasilero y del Departamento de Estado de Estados Unido a Bolsonaro fueron bien recompensados. Hoy es el ministro de Justica de Bolsonaro y el mandatario ultraderechista se alineó incondicionalmente a las políticas de Washington (un claro ejemplo es la entregar de la base de Alcántara en la Amazonía al control del Ejército norteamericano).

Este domingo 7 de abril Lula cumplió un año encarcelado, su pueblo sigue movilizado en Brasil y en todo el mundo, reclamando su libertad. Más temprano que tarde Brasil, Argentina y el resto de los países de la región que fueron secuestrados por la derecha, volverán a la senda de la construcción de la Patria Grande. No hay balas que maten idea ni rejas que puedan aprisionar la conciencia de los pueblos.

Pin It on Pinterest