PRENSA

Por Edgardo Esteban*

Hoy se cumplen 190 años de aquel glorioso 10 de junio de 1829, día en el que haciendo mención a la Revolución de Mayo de 1810, el gobernador de Buenos Aires, don Martín Rodríguez nombró por decreto a don Luis Vernet, como primer Gobernador Político y Militar de las Islas Malvinas.

El martes 13 de setiembre de 2016, el gobierno de Mauricio Macri firmó el llamado acuerdo Foradori-Duncan en alusión a los diplomáticos argentino y británico que los suscribieron.

En la cláusula más importante, la Argentina se compromete a “eliminar todas las trabas que impiden el normal desarrollo de la economía de las islas”, en lo que constituye una verdadera rendición frente al enemigo usurpador de nuestros territorios.

En estos días, el Gobierno avanza decididamente en el cumplimiento del acuerdo entregando en licitación áreas petroleras de la cuenca Malvinas a empresas de capitales británicos, que además tienen en sus directorios a personajes ligados al ilegítimo gobierno británico de las islas e intentó avanzar en acuerdos pesqueros que hubiesen implicado el reconocimiento a la soberanía británica.

El apoyo del gobierno de Macri a los británicos se ve claramente cuando toman acciones que demuestran su fortalecimiento: por ejemplo, llevando preso a un ex combatiente que extendió una bandera argentina en el cementerio de Darwin, situación que era impensada hace varios años y que no fue protestada por el Gobierno de Macri. También denunciamos la utilización política de una causa humanitaria (como es la identificación de los cuerpos de los caídos en el Cementerio de Darwin) dentro del Acuerdo Foradori-Duncan, junto con la entrega de la administración del lugar a un colono británico, usando la causa de los familiares de nuestros compañeros caídos como moneda de cambio.

Desde F.I.P.C.A (Fundación Interactiva para Promover la Cultura del Agua) y GPS (Grupo por la Soberanía) convocamos a esta marcha frente a la embajada Británica a todas las fuerzas políticas, sociales y a la ciudadanía para reafirmar una vez más nuestros derechos soberanos e imprescriptibles sobre las Islas Malvinas, Georgias y Sándwich del Sur, así como de nuestro sector Antártico y mares aledaños.

Y, ampliando nuestra acción soberana, decir claramente que defendemos la soberanía en nuestros territorios continentales, como en el Lago Escondido, secuestrado por el magnate inglés Joe Lewis, y tantos otros, entregados a precio vil por los gobiernos de turno, constituyéndose en verdaderos feudos en los que se manejan impunemente como Estados autónomos.

Que aspiramos a la soberanía alimentaria, para que no exista el hambre en un país que produce alimento para 450 millones de personas, es decir para 10 Argentinas, y coincidimos en este caso, y sólo en este caso, con el secretario de Agroindustria Luis Etchevehere, cuando en un verdadero sincericidio, dijo que si hay hambre en la Argentina tenía que ser un delito de lesa humanidad.

Luchamos también por la soberanía económica y decimos que no necesitamos funcionarios del Fondo Monetario Internacional en nuestro Banco Central, porque los argentinos sabemos muy bien lo que tenemos que hacer con nuestro presupuesto y nuestra moneda.

Queremos conocer también dónde fue a parar cada dólar del denominado endeudamiento externo y de la verdadera sangría que significa la fuga de divisas, producidas con el esfuerzo de los argentinos y argentinas.

Vemos la necesidad de que el trabajo vuelva a ser el motor del crecimiento individual y colectivo de nuestro Pueblo, haciendo realidad aquello de que “Gobernar es crear trabajo” como nos enseñara el General Perón.

Trabajamos también por unas Fuerzas Armadas al servicio del Pueblo y no contra él, con espíritu sanmartiniano y patriótico, para la Defensa Nacional y la Liberación Social, para la disuasión de quiénes quieran tomar lo que nos pertenece.

En definitiva, por lo que peleamos es por la soberanía popular, que es aquella que nos permite decidir por nosotros mismos qué caminos tomaremos para conseguir nuestra independencia nacional y la liberación definitiva de nuestra Patria.

Es decir, que estamos planteando otro camino partiendo de la Causa Malvinas, que nos unifica y que es compartida por casi todos los sectores para conseguir la unidad nacional necesaria y terminar con un gobierno socio de los intereses que defienden a quienes están en esa embajada y reemplazarlo por uno que realice las alianzas que nos fortalezcan internacionalmente, para poder denunciar los acuerdos de Madrid, firmados en 1989-1990, por Carlos Menem y Domingo Cavallo, y poder derogar el acuerdo Foradori-Duncan, firmado por el actual gobierno.

En síntesis, compañeros y compañeras, estamos frente a la embajada pirata reafirmando una vez más nuestro derecho a una Patria completa, que incluya a nuestras Islas Malvinas y espacios circundantes, a la totalidad de nuestro territorio junto a nuestros recursos naturales que hoy benefician a los usurpadores. Estamos para exigir al Gobierno Británico que se siente a negociar la soberanía como lo dispuso la ONU y también al futuro Gobierno de nuestro país la firmeza necesaria y la voluntad política para que la Argentina vuelva a ser de los argentinos.

  • Integrante del Grupo por Soberanía

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