PRENSA

Por la Dirección de Personas Mayores*

El 20 de septiembre se celebra el Día del Jubilado en referencia a 1904 en el que se sancionó la primera ley de Jubilación (Nº 4349) que reconoció por primera vez el beneficio previsional para las empleadas y empleados públicos de la Nación.

Hoy a 115 años de esta norma el país atraviesa un contexto caracterizado por políticas neoliberales en el que las personas mayores han sido uno de los sectores más afectados y la gran mayoría se encuentra en situaciones críticas de vulnerabilidad.

Desde 2016 pasamos de un sistema solidario de reparto a otro encarnado en la meritocracia a favor de la acumulación de capital y no en la fuerza del trabajo.

Luego de 4 años de macrismo el término jubilación cobró un lugar central en conversaciones, debates y, especialmente, en medios de comunicación por la emergencia social que atraviesan lxs mayores que cobran la mínima.

Con el avance de las políticas del macrismo los/as jubilados/as pasaron de tener los medicamos gratis a elegir cuáles tomar; de poder comer en sus casas a buscar alimentos en Pami o Centros de Jubilados; de poder pagar los servicios a no poder afrontarlos pasando frío para no gastar gas y a endeudarse con la tarjeta Argenta para poder financiar los impuestos.

Pasaron de tener el derecho al disfrute, a la independencia y a la libertad de decidir qué tipo de vejez vivir a padecer el avance de las políticas de ajustes que coartaron todos los derechos obtenidos.

En los últimos tiempos los/as jubilados/as se han ido organizando a largo y ancho del país para decir basta. Ante esta situación lejos de paralizarse cada vez son más los/as mayores que salen a las calles a pelear por sus derechos con pancartas, carteles y banderas.

Se muestran en las redes sociales y en algunos medios comunitarios, mayores que manifiestan su descontento e interpelan a legisladores los martes frente al Congreso Nacional, también los hay los miércoles en la Plaza San Martin de La Plata, los fines de semana en Bariloche, en calles de Tucumán, en Lomas de Zamora… el país las descubre con creatividad, compromiso y constancia. Durante el verano 2018 juntaron un millón doscientas mil firmas para decir No a la Reforma Previsional.

En cada acción denuncian como se deteriora su calidad de vida, sus expectativas y sueños frente a las recetas de un gobierno más afín a lo extranjero y al FMI que a sus propios viejos/as.

En este escenario los reclamos más escuchados son:

-Pérdida del poder adquisitivo del haber jubilatorio.

-Expulsión del sistema de salud.

-Aumento y quita de cobertura en el precio de medicamentos.

-Menor acceso a una alimentación acorde a los nutrientes necesarios para la edad.

-Aumento desmedido de los precios de la canasta básica.

-Suba de los medios de transporte.

-Abusivas tarifas de servicios básicos: agua, luz y gas.

-Quita y reducción del beneficio de la tarifa social.

-Cierre de clubes y centros culturales.

-Complejidad de los trámites de cobertura de salud en obras sociales como Pami, etc.

Este 20 de septiembre nos encuentra en un contexto político en el que en base a la canasta básica 6 de cada 10 jubilados/as de los/as que cobran la mínima son pobres; los medicamentos subieron 393% del 2015 al 2019 y en el que la canasta básica tuvo un aumento estrepitoso.

La Defensoría de la Tercera Edad calcula que la Canasta para Personas Mayores es de 30.524 pesos. Esto es, como explica la periodista Laura Valdes, porque en esa franja etaria hay muchos gastos extra. Por ejemplo, la tardanza en la entrega de turnos médicos o estudios complementarios hace que deban acudir a la medicina privada asumiendo sus costos. Necesitan más presupuesto en transporte, porque si bien la tarjeta Sube tiene descuentos, en muchos casos deben utilizar taxis o remises por la disminución en la movilidad física. También hay que incluir servicios especializados, como cuidadores domiciliarios, que no son cubiertos por casi ninguna obra social, y la alimentación terapéutica es más cara que una dieta convencional.

Esta fecha nos invita a estar alerta, a defender los derechos de todas las personas mayores que es una lucha colectiva y organizarnos para que la historia no se repita.

*Secretaria de Extensión de la Facultad de Periodismo y Comunicación Social.

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