PRENSA

Por Jorge Luis Bernetti*

El 10 de junio de 1944, el coronel Juan Perón, secretario de Guerra del gobierno militar encabezado por el general Edelmiro Farrell, se sentó frente a un público universitario en el escenario del salón de actos del Colegio Nacional “Rafael Hernández” de la Universidad Nacional de La Plata. Pronunció entonces una conferencia que fue titulada “Significado de la Defensa Nacional desde el punto de vista militar”. Iba a constituirse en la inauguración de la Cátedra de Defensa Nacional creada por resolución del Consejo Superior de la UNLP el 9 de septiembre de 1943, presidido por el socialista Alfredo Palacios.

El discurso de Perón fue el más recordado de entre todas las conferencias pronunciadas en ésta Cátedra que nunca más volvió a realizar actividades en esa época. Se lo llamó con posterioridad el “Discurso de la Defensa Nacional” y se convirtió en un clásico de la doctrina militar que aplicó el peronismo y que, más allá de la etiqueta partidaria, ilustró a la “Doctrina de la Defensa Nacional”, durante los años de los dos gobiernos constitucionales de Perón e iluminó a quienes trabajaron a esta perspectiva en contra de la “Doctrina de la Seguridad Nacional”.

¿En qué circunstancias habló el coronel que desempeñaba el más alto cargo militar de la época?

Se cumplía un año del régimen militar implantado el 4 de junio del año anterior, cuando un complejo golpe militar derrocaba al gobierno del conservador Ramón Castillo, el último de la fraudulenta “década infame”. El gobierno militar, una dictadura pero que había derrocado a un gobierno y a un sistema sometido al capital extranjero, persecutorio del movimiento obrero y claramente fraudulento para impedir el regreso del radicalismo – derrocado en 1930 – al poder.

Se vivía en el marco internacional de la II Guerra Mundial donde la alianza de los Estados Unidos, Gran Bretaña y la Unión Soviética, se enfrentaban al régimen nazi alemán de Adolfo Hitler y sus aliados menores, entre los que destacaba la Italia fascista de Benito Mussolini. La Argentina era neutral y en cambio Brasil estaba adherido a la alianza por su estrecha colaboración con los Estados Unidos.

El discurso de Perón como secretario de Guerra nunca fue sucedido en los gobiernos posteriores por charlas o conferencias de sucesores en su cargo o comandantes en jefe del Ejército o de las otras FFAA, lo que marcó hasta hoy la distancia entre la institución armada y la académica.

¿Qué fue lo esencial de lo planteado por el coronel que ya comenzaba a ganarse la confianza del proletariado argentino y la desconfianza de los sectores dominantes de la sociedad argentina ¿

En primer lugar, Perón dijo””Las dos palabras- Defensa Nacional – pueden hacer pensar a algunos espíritus que se trata de un problema cuyo planteo y resolución interesa e incumbe a las FFAA de una nación- La realidad es bien distinta; en su solución entran en juego todos sus habitantes, todas sus energías, todas sus riquezas, todas sus industrias y producciones más diversas, todos sus medios de transporte y vías de comunicación siendo las Fuerzas Armadas únicamente (..) el instrumento de luchas de ese gran conjunto que constituye “la nación en armas”. Éste último concepto perturbó a los enemigos del movimiento que nacía y que 16 meses después iba a lograr el retorno a la escena pública del líder, ya, de  los trabajadores argentinos.

“La nación en armas”, era un concepto de la doctrina militar prusiana que Perón reconfiguró. No era como lo pretendían los adversarios del régimen la militarización de la sociedad que, en realidad, ellos querían pero a favor de sus intereses, sino que para Perón la entera nación, constituida por su pueblo, alianza de clases en el territorio nacional, se organizara para defenderse y para ello se organizara.”La guerra- afirmó Perón en el “Rafael Hernández” – se realiza en los campos de batalla, en los mares, en el aire, en el campo político, económico, financiero, industrial y se especula hasta con el hambre de las naciones enemigas”. En realidad, el campo ideológico-político que constituyera en 1946 la coalición Unión Democrática para enfrentar en las urnas a Perón, procuraba que la Argentina se uniera a la coalición encabezada en el continente por Estados Unidos. En realidad, el neutralismo argentino defendía el interés de la Nación al resguardar su capacidad de venta y transporte de sus productos agrarios a Gran Bretaña su principal mercado. “Referido al problema industrial el caso particular de nuestro país, podemos expresar que el constituye el punto crítico de nuestra defensa nacional” porque “nuestra producción y riqueza han sido de carácter exclusivamente agropecuario (..) La defensa nacional exige una poderosa industria propia, y no cualquiera, sino una industria pesada”. Esta era la clave de “la nación en armas” que articuló el peronismo. Y aquella clase universitaria fue la que desarrolló en su gobierno.            

*Director de la Cátedra Libre de Defensa Nacional de la UNLP.

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