PRENSA

Por Federico Rodrigo*

A mediados de octubre de 2019, algunas semanas antes de las elecciones ejecutivas y legislativas, nos sorprendimos al descubrir que Julio Garro-el candidato de Juntos por el Cambio a intendente de La Plata-había publicado un spot radiofónico en guaraní para interpelar a les paraguayes que habitan (y votan) en la ciudad. Desde su llegada al gobierno nacional en 2015, recuperando el discurso euro céntrico y racista sobre el que se conformó el imaginario de la Argentina blanca, Cambiemos criminalizó a les extranjeres y promovió políticas que facilitansu expulsión. Representante local de una lengua cerrada a la diversidad de las voces populares (migrantes, indígenas, de las disidencias sexuales, villeras, etc.) el cinismo con el que Garro desplegó su estrategia de comunicación política provocó bronca. Sin embargo, hay otro aspecto que adquirió visibilidad en ese contexto y quiero destacar en este día.

Esta pequeña anécdota representa una evidencia más de la transformación del sentido de la nacióny del lugar que en ella tienen les migrantes que se desarrolló en la Argentina en las últimas décadas. Luego de años de luchas de sus asociaciones, de la sanción de la Ley 25.871 en 2003 y de las políticas de regularización y documentacióndesplegadas entre 2006 y 2015, les extranjeres adoptan habitualmente posicionamientos ciudadanos para exigir el cumplimiento y la ampliación de sus derechos. Al mismo tiempo, diferentes instituciones estatales y organizaciones de nuestro país les consideran interlocutores legítimes y constituyen con elles espacios de negoción, cooperación y conflicto frente a distintas problemáticas.

Entonces, con migrantes reconocides como actores fundamentales en distintos barrios y en diferentes ámbitos (laborales, productivos, culturales, etc.), movilizades y con experiencia y pericia en la negociación política, sobre el final de la campaña Cambiemos debió mediar sus convicciones y asumir que les hermanes latinoamericanes forman parte, también, del pueblo platense.

La pasada elección, así, puso sobre relieve que cualquier estrategia política con pretensiones hegemónicas debe asumir quenegar a les migrantes es negar a un sector relevante de la comunidad que fundamenta al (y se expresa en el) sistema político, al menos a nivel local y provincial. Por este motivo, para ganar elecciones y/o para sostener cualquier proceso que requiera de un mínimo de consenso social, es necesario atender al carácter transnacional, pluricultural y plurilingüístico de nuestra ciudadanía.

Por supuesto que esto no implica desconocer que la desigualdad, el racismo y la xenofobia siguen siendo una realidad urgente, pero nos habla de un cambio profundo del imaginario dominante acerca de quiénes somos. La transformación del código electoral nacional para permitirles votar también a nivel nacional sin necesidad de naturalizarse, terminaría de conformar un nuevo piso de derechos y reconocimiento que esperamos pronto se concrete. Además, como es evidente en estos días, la ampliación de las posibilidades de documentación a les migrantes africanes (indispensable para acceder a políticas sociales o beneficios como el IFE) y la lucha contra el racismo de Estado es imprescindible para evitar los abusos y persecuciones a los que son sometides.

A lo largo de la historia argentina les extranjeres fueron caracterizades de diferentes modos: para el pensamiento liberal del siglo XIX y comienzos del XX fueronun influjo civilizador proveniente de Europa o potenciales portadores de ideologías desestabilizadoras. En el marco de la crisis neoliberal y con la migración latinoamericana como realidad ineludible, se les culpó por el desempleo y la inseguridad. También, desde miradas progresistas, fueron representades como vulnerables y con necesidad de protección. Entrades en el siglo XXI, ¿cómo asumiremos a les inmigrantes en este día? Entiendo que hoy lo que celebramos es a les protagonistas fundamentales de la ampliación y redefinición constante de nuestro sentido de la comunidad, quienes pluralizan nuestra lengua y luchan, junto con muches de nosotres, por una argentinidad polifónica.

*Profesor y prosecretario de Asuntos Académicos de la Facultad de Periodismo y Comunicación Social de la UNLP.

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