Desde la Facultad de Periodismo y Comunicación Social de la Universidad Nacional de La Plata manifestamos nuestra preocupación y repudio por la violenta represión de las fuerzas de seguridad en Colombia, que hasta el momento, han dejado como saldo, al menos 12 personas muertas, 140 heridas y más de  un centenar detenidas (entre ellas varios menores de edad).

En los últimos años Colombia se ha transformado en un país marcado por la violencia y la persecución de líderes sociales, situación que se recrudeció en el marco de la pandemia. Todo ello en el contexto de un gobierno que ha dinamitado los Acuerdos de Paz firmados con las FARC en 2016 que, con la complicidad de los grandes conglomerados de medios, ha interrumpido los diálogos con el ELN y ha decidido responder con violencia y sin diálogo a cada reclamo de su pueblo. 

El Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz (INDEPAZ) ha registrado el asesinato de 971 líderes sociales y militantes de Derechos Humanos desde la firma de los acuerdos de Paz (2016) hasta la fecha.

En este contexto de violencia institucional generalizada, el asesinato por el uso de pistolas Taser de un jóven abogado (ya detenido, desarmado y sin resistencia) bajo custodia policial, ha generado una ola de indignación y protestas en todo el hermano país. 

La respuesta de las fuerzas de seguridad ha sido lamentable: Las organizaciones de derechos humanos  reportan que, en estas horas, en Bogotá y otras ciudades del resto del país se produjeron violaciones a los domicilios, detenciones arbitrarias y torturas en los centros de detención.  

 Por este motivo, nuestra Facultad repudia el abuso y la violencia institucional -policial  y hace un llamamiento al gobierno y las autoridades de Colombia para que cesen las políticas de persecución y violaciones sistemáticas de los Derechos Humanos por parte de las fuerzas del Estado o de aquellas que no siéndolo cuentan con la connivencia del mismo. 

Tenemos la alegría de compartir con muchos/as/es estudiantes colombianos/as/es nuestras aulas de Grado y Posgrado y por eso queremos expresar desde nuestra casa de estudios toda nuestra solidaridad con las familias de aquellas personas que han sido y están siendo víctimas de la violencia institucional en nuestro hermano país.

Solo el diálogo, el libre ejercicio del derecho a la protesta, el total respeto a los derechos humanos y el firme camino hacia la paz pueden garantizar la consolidación de la democracia y el bienestar de todo el hermano pueblo colombiano.