En 2004, el Congreso Nacional sancionó la Ley 26.001 para fijar el 22 de octubre como el Día Nacional del Derecho a la Identidad.  De esta manera  se reconoce y valora la lucha, desde hace 43 años, de las Abuelas de Plaza de Mayo por la  recuperación de los niños/as/es secuestrados/as/es como plan sistemático por la última dictadura cívico-militar-eclesiástica. Hasta el momento se han recuperado 130 niños/as/as/es.

El Derecho a la Identidad es un derecho humano fundamental. Las Abuelas empezaron a trabajar en 1977, para localizar y restituir a sus legítimas familias a todos los niños/as/es, apropiados/as/es por la dictadura, que se  estima que son aproximadamente 500. Impulsaron la tarea 12 mujeres, entre las que se encontraban  María Isabel «Chicha» Chorobik de Mariani y Alicia «Licha» de De la Cuadra, a las que luego se les sumó  Estela de Carlotto, actual titular de la Institución.  Algunos/as/es  habían sido secuestrados/as/es junto a sus padres/madres y otros/as/es habían  nacido durante el cautiverio de sus madres en centros clandestinos de detención.

Fueron numerosos los centros clandestinos de detención donde  funcionaron maternidades clandestinas. También existieron  listas de matrimonios en espera de un nacimiento. Algunos/as/es  fueron apropiados/as/es como botín de guerra por las fuerzas de represión.

La Convención sobre los Derechos del Niño, a la que ha ratificado Argentina,  establece claramente que todos los/as/es niños/as/es tienen derecho desde que nacen a un nombre, a una nacionalidad, a conocer a sus padres y a ser cuidados por ellos, deja en claro que si se vieran privados ilegalmente de su identidad los Estados deberán prestar la asistencia y protección para restablecerla.

Cuando se habla de apropiación no sólo se referencia a lo acontecido en la última dictadura sino a todo niño/a/e que de forma independiente al momento histórico fueron anotados/as/es en forma ilegal y de esa manera se les  sustrajo su propia identidad.

La identidad es una construcción intrincada que involucra un mapa genético, una cultura asumida por  lazos sociales y un sentido de pertenencia. Al producirse una fractura en ese proceso, la persona  no solo necesita  datos biológicos importantes para la prevención de su salud, sino que carece de una  imagen con la cual identificarse. Uno de los derechos básicos de toda persona es conocer el propio origen biológico y la identidad de sus progenitores.

La adopción remite a la idea de recibir como un hijo o hija, con los requisitos de la ley, a quien no lo es naturalmente.  En cambio, la apropiación se relaciona con tomar como propio algo que no lo es. En la adopción  legal los derechos como sujetos/as/es están garantizados al respetar su historia, su origen y transitar por el camino de la verdad.

La búsqueda de las Abuelas continúa hasta nuestros días, en que  siguen reclamando a sus nietos/tas/es,  quiénes  hoy son personas adultas. Esta fecha es un homenaje a la lucha que ellas dieron por la restitución de la identidad de les bebes apropiados/as/es, por iluminarnos siempre el camino de la lucha, el amor y la solidaridad. Además, es una oportunidad de reafirmar el compromiso con la memoria, la verdad y la justicia.

Manos con identidad

Para conmemorar el Día Nacional del Derecho a la Identidad, Abuelas de Plaza de Mayo invita a sumarse al desafío Manos con identidad. La propuesta consiste en escribir los nombres de los/as/es participantes en la palma de las manos y subir a las redes sociales una foto, video, dibujo o canción.

Para potenciar la campaña se invita a etiquetar o mencionar a Abuelas en IG y TW @abuelasdifusion y en FB Abuelas de Plaza de Mayo con los Hashtag #Identidad #Abuelas43Años #Labusquedasigue.

Secretaría de Derechos Humanos de la Facultad de Periodismo y Comunicación Social de la UNLP.