PRENSA

Por Rodolfo Carrizo*

Pasaron 21 años de la firma de la declaración conjunta  entre el Reino Unido y la Argentina, la misma bajo los contenidos regresivos que significaron los acuerdos de Madrid nos permite a la luz de los acontecimientos presentes observar la intención y su impacto en la política argentina.

 La declaración conjunta  en su punto III sostiene: “Pesca. A la luz del compromiso compartido para el mantenimiento y la conservación de las poblaciones ictícolas en el Atlántico Sur, se incrementarán los actuales niveles de cooperación entre la Argentina y el Reino Unido. En este contexto, próximamente se reunirán funcionarios para considerar la cuestión de la estabilidad relativa de las poblaciones ictícolas, pesca furtiva y otras cuestiones relacionadas con ella y para recomendar programas coordinados de medidas prácticas con el objetivo de ponerlas en funcionamiento antes del 9 de octubre de 1999”.

Repasemos: los efectos que generó esta declaración conjunta a la luz de nuestra realidad y su impacto en nuestra política interior y exterior, lo primero que revela se desprende de los textos diplomáticos como un acuerdo inocente de partes de buenas y “loables” relaciones bilaterales sin implicancias “mayores” y riesgos para nuestra soberanía, sin embargo una lectura más aguda nos dice que es como pactar con el zorro adentro del gallinero.

Lo cierto es que si debiéramos reconocer algún mérito para nuestra Nación de esta declaración deberíamos decir que ninguna,  no generó ningún efecto económico positivo si era lo esperado. Tampoco lo es en materia política exterior esta declaración fue un aval a la consecuente displicencia del Reino Unido de discutir la cuestión de fondo que es la soberanía en el marco de la Resolución 2.065 de la ONU. De ahí la metáfora del zorro en el gallinero. Con el devenir de los años estos acuerdos fueron ratificados en nuevos acuerdos aún más nocivos siendo  base de sustentación del conocido acuerdo Foradori –Duncan del gobierno de Mauricio Macri.

 La pesca es un punto central que define en la relación bilateral con el Reino Unido, en esta “armónica e inocente declaración”, por su impacto económico y ser un recurso natural que genera importantes y exitosos negocios, de ahí la necesidad de anclarse en acuerdos que les permita afianzar sus pretensiones coloniales.

 Es de superlativa importancia saber que Argentina es un país bicontinental,  uno de los 6  países más grande del planeta con una plataforma continental reconocido por Naciones Unidas de más de 6.000.000 km2, el Océano Atlántico Nuestro mar  está lleno de bienes( peces, minerales , petróleo, agua potable, etc.) que nos dotó la naturaleza, bienes ultra estratégicos en un contexto de la mayor biodiversidad planetaria entre ellos la multiplicidad de especies marinas que uno se puede imaginar como el calamar illex argentino o el langostino  especies commodities por su alto precio de mercado  con excelsas calidad de proteínas que sirven para alimentar a todo nuestro pueblo sin ningún riesgos de extinguirse. Sin embargo son productos rehenes de las multinacionales pesquera que depredan y saquean el mar amparados en estos acuerdos que solo beneficia a las políticas del imperio tal como lo revelan diferentes informes incluidos los de investigadores del Inidep (Instituto Nacional de Investigacion y Desarrollo Pesquero).

El descarte  producido sólo por la flota Argentina se estima en 1.000 toneladas diarias  descarte que no llega a puerto y altera el eco sistema marino, pero que recuperado y  de  aprovecharse en un marco de soberanía alimentaria podría generar más de (3 tres millones de raciones de comida diaria)  pudiendo así vencer el hambre al cual están condenados millones de argentinos y latinoamericanos.

El negocio de la exportación pesquera genera un desabastecimiento social de un producto que es de todos los argentinos, pero que no acceden la mayoría de los argentinos. Las cifras son una manera de mensurar e ilustrar los negocios por sobre las personas y el derecho de las mismas. 

Desde 2005 fecha que modificó el Reino Unido la legislación del otorgamiento de licencias pesqueras de manera unilateral el producido de la misma equivale a 45.000 mil millones de dólares equivalente a la deuda externa argentina tomada por Macri y estamos mencionando un solo recurso  de ahí  se hace imprescindible que los acuerdos sean respetuosos de los principios soberanos de una Nación  y como tales  deben ser documentos que garanticen esos derechos. Al parlamento argentino le corresponde y tiene la legitimidad de  debatir los contenidos ,aprobar  o rechazarlos si violan los principios constitucionales, le  corresponde hoy más que nunca  ser una actor activo y revisar el contenido de los acuerdos.

El Reino Unido a lo largo de la historia se ha valido de una diplomacia astuta para dominar colonias y  mares, beneficiándose de las debilidades de los gobiernos serviles al modelo colonial, así lo marca la historia 1824 Tratado de la Baring Brothers, 1825 Tratado de los ríos interiores, 1933 el famoso Pacto Roca Runciman, hasta la constitución del propio Banco Central de la República  Argentina en 1935 por citar algunos, todos acuerdos de un modelo de dependencia económico y cultural que condicionaron un desarrollo nacional e independiente hasta el primer gobierno del general Perón.

Hoy nos encontramos en un nuevo punto de inflexión, los efectos de la pandemia ponen de manifiesto todas las debilidades de nuestra estructura económica, los riesgos y las amenazas que las usinas de los poderes fácticos pregonan como las siete plagas del apocalipsis si se radicaliza el “populismo”. Sin embargo, en esta crisis existe una oportunidad histórica de trasformar la matriz dependiente del Imperio, se trata de entender y asumir que hay que trasformar el vejo modelo agro exportador que fabricó la oligarquía terrateniente por uno que incluya el mar, los 6.000.000 de km cuadrados de riquezas naturales y propiedad de todos los Argentinos, que esa oportunidad que nos brinda la pesquería, también se traduce en cientos de nuevos puestos de trabajo directos e indirectos, que son tan vastos los recursos mineralógicos y energéticos que se podría modificar la matriz existente por una más ecológica y sustentable.

Son los tiempos de pensar con autonomía y asumir que la fortaleza es desarrollar un modelo estratégico que incluya la base de todos nuestros bienes de capital y fortalezcamos las fuerzas productivas que nos permitirán ser un país abierto a la región, pensado desde el sur conectado, multilateral e integrado para ser libres y soberanos.

*Presidente CECIM La Plata, Docente del Seminario Malvinas Comunicación y Nación de la Facultad de Periodismo y Comunicación Social de La UNLP.

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