ANIVERSARIO SIN JUSTICIA

PRENSA

Por Dardo Esterovich*

El 18 de julio se cumplieron 24 años del atentado a la AMIA con el saldo de 85 muertos y más de trescientos heridos y lo único que podemos afirmar sin equivocarnos es que sigue impune. Todo lo que uno se pueda imaginar fue hecho para que esto así ocurra: desde desoír las advertencias previas de embajadas argentinas que recibieron denuncias en el exterior, hasta la pérdida de contacto, días antes del estallido de la bomba, en el seguimiento de varios iraníes sospechosos por parte de la ex SIDE. Si a esto le sumamos la ausencia de la custodia frente a la AMIA el día del atentado, todo permitiría inferir que estaríamos en presencia de una zona liberada.

La apertura de los archivos secretos ordenada por el gobierno de Néstor Kirchner sacó a la luz un cable fechado el 19 de julio, enviado por el entonces embajador argentino en Israel José María Valentín Otegui, dirigido al canciller Guido Di Tella. En ese cable se daba cuenta del interés del gobierno de Israel de acordar un marco común para encarar la investigación del acto terrorista, acordando que la responsabilidad del atentado correspondía a Irán. El gobierno argentino prestó conformidad y EE.UU. se sumó rápidamente a esa orientación que encuadraba con sus intereses geoestratégicos en el Medio Oriente.

Producto del pacto entre Rabin y Menen toda la investigación fue orientada en ese sentido y cuando se intentó seguir otras pistas, rápidamente aparecían las sugerencias y presiones para retornar a la pista iraní. Todo lo ocurrido en los 24 años responde a esa orientación inicial acordada, a lo que hay que añadir todo lo referido a la vergonzosa investigación de la conexión local donde resultaron a acusados Telleldín y los policías bonaerenses falsamente acusados por el primero a cambio de dinero. Para encubrir a los verdaderos culpables se armó una causa ficcional que dio lugar al primer juicio oral de una parte de la investigación, llevado a cabo por el TOF 3 cuyo fallo terminó por desnudar todas las maniobras de encubrimiento y generación de pruebas falsas.

Hay quienes sostienen que lo que se quiso ocultar fue el motivo del atentado que estaría vinculado al tráfico ilegal de armas hacia los croatas y bosnios musulmanes durante la guerra civil yugoeslava, que EE.UU. había tercerizado en nuestro país durante el gobierno menemista para eludir el embargo de las Naciones Unidas a la venta de armas a las partes involucradas en el conflicto. El resultado del juicio fue la absolución de los acusados con la indicación del tribunal de iniciarles un juicio por encubrimiento a todos los implicados en las maniobras de instrucción de la causa.

En el largo proceso por garantizar la impunidad nos encontramos hoy con seis causas, la del atentado propiamente dicho y otras cinco más abiertas que se derivan de los encubrimientos, reales o imaginarios, incluida la muerte de Nisman. A un cuarto de siglo de tamaño esfuerzo podemos afirmar que esto no podría haber sido posible sin la participación de intereses y potencias muy poderosas.

Las intromisiones de EE.UU. en la causa -que salieron a la luz en los cables de su Embajada dados a conocer por Wikileaks, donde se mencionan las reuniones que mantuvieron con Alberto Nisman y el asesor político de la DAIA Alfredo Neubuger- y la de Israel -por sí, o por voceros locales permeables a sus sugerencias- ambos procurando que la investigación no se hiciera sobre todas las pistas disponibles dando por sentado que el responsable del atentado fue Irán aunque no hubiera pruebas judiciables, lo cual no quiere decir que los iraníes no estén entre los sospechados, solos o con otros, involucrados en el atentado. Esto respondía a los intereses geoestratégicos de ambos países en su disputa con el país persa por el contencioso nuclear y por mantener la primacía en el dominio de los recursos petroleros y sus rutas de transporte en el Medio Oriente por parte de EE.UU.

Una de las causas se encuentra en pleno juicio oral actualmente en Comodoro Py, y está a punto de finalizar. Están acusados por encubrimiento el ex presidente Carlos Menen, el ex juez Juan José Galeano, los ex fiscales Eamon Mullen y Juan Carlos Barbaccia, el ex jefe de la SIDE Hugo Anzorregui, el ex presidente de la DAIA Rubén Beraja, Carlos Telleldín y su esposa, el ex policía Jorge “Fino” Palacios” y otros, y es una derivación de la sentencia del primer juicio como se menciona anteriormente. Lo que se juzga es el pago de 400.000 pesos/dólares a Telleldín para señalar falsamente como implicados a policías bonaerenses y las ordenes de interrumpir la investigación de la llamada “pista siria”. La postura de las querellas de AMIA, DAIA y el Ministerio de Justica en este juicio configuran lo que ha dado en denominarse “el encubrimiento del encubrimiento” al tratar de lograr, de máxima, el fracaso del juicio o de mínima, la absolución para algunos de los enjuiciados como los ex fiscales, el “Fino Palacios”, el ex presidente de la DAIA Beraja y penas leves para el resto.

Los familiares, atrapados en este perverso juego de intereses, siguen incansablemente reclamando justicia. Independientemente de las condenas y la magnitud de las penas a los acusados en el juicio por encubrimiento. Sin embargo, les queda un cierto dejo de desencanto por sus expectativas no cumplidas. Tenían la esperanza de que el quiebre de algún acusado pudiera aportar información que permitiera avanzar en la causa por el atentado propiamente dicho.

Del resto de las causas haremos una breve reseña, ya que abordarlas exhaustivamente excede el propósito de esta nota.

De la causa principal, abierta el mismo día del atentado y la que fue llevada parcialmente a juicio oral con el resultado mencionado más arriba, se deriva una segunda causa contra Telleldín, su mujer y otros, producto de que ante la apelación de la DAIA y la AMIA la Suprema Corte de Justicia valida la investigación previa al momento de la maniobra para lograr la falsa acusación del reducidor de autos. Se juzgará si además de ser el último propietario de la Trafic previo al atentado tuvo alguna implicancia o conocimiento del mismo.

En 2013 se firma el Memorándum con Irán el que es ratificado por el Congreso. Independientemente de su viabilidad y otras cuestiones que pueden ser opinables fue un intento de movilizar la causa estancada por la imposibilidad de llevar adelante la indagatoria en nuestro país de los iraníes acusados ya que Irán no extradita a sus súbditos y en nuestro país no rige el juicio en ausencia. A pesar de que nunca entró en vigencia porque Irán no lo ratificó, la DAIA y la AMIA pidieron que se lo declare inconstitucional lo que es rechazado en primera instancia y aprobado en segunda por la Cámara Federal  Penal.

Mientras tanto la investigación sobre los autores intelectuales, materiales y la participación local sigue paralizada. Pero las maniobras para que todo siga impune no se detienen. En enero de 2015, se inicia la quinta causa. El fiscal Nisman presenta una acusación contra la ex presidenta Cristina Kirchner, su canciller Héctor Timerman y otros por encubrimiento de los presuntos autores iraníes del atentado mediante la firma del Memorándum lo que daría lugar a la caída de las alertas de Interpol contra los acusados. Además nuestro país se vería favorecido por un convenio de intercambio de petróleo por granos lo cual nunca ha ocurrido.

Esta denuncia hay que encuadrarla en la disputa geopolítica de Medio Oriente, en ese momento enfocada en los intentos de la derecha republicana e israelí en obstaculizar el posible acuerdo con Irán de las 5 potencias que integran el Consejo de Seguridad de la ONU más Alemania, que tenía el apoyo del presidente Obama. La causa fue desechada por todos los jueces y fiscales de diversas instancias que intervinieron, los que dictaminaron la inexistencia de delito. Fue reabierta a instancia de la DAIA y la AMIA mediante una burda maniobra favorecida por el cambio de gobierno. Recayó en el juez Bonadío y se encuentra elevada a juicio oral.

A los pocos días de su denuncia se produce la trágica muerte del ex fiscal Nisman, un día antes de tener que ir a declarar al Congreso, en circunstancias todavía no totalmente dilucidadas aunque las investigaciones médico-forenses y criminalísticas hacían presumir un suicidio. El gobierno y la DAIA y la AMIA, aupados por una feroz campaña mediática, que dicho sea de paso estuvo siempre presente, presionaron para que la causa de su muerte, la sexta de esta saga hasta ahora, sea transferida al fuero federal alojado en Comodoro Py, fuero friendly para todo servicio. Finalmente lo consiguieron y allí apareció una pericia –en realidad una reinterpretación forzada del expediente de la autopsia original- de la Gendarmería Nacional, dos años después de la muerte, hecha por peritos sin antecedentes de haber intervenido en autopsias, que dictaminó que Nisman fue asesinado, ¡sin evidencias sobre el presunto asesino!

Se dijo que era la sexta causa de la saga, hasta ahora. Todas las falsas pruebas e informes periciales amañados, como ocurrió con el fallo del primer juicio, seguramente darán lugar a otras denuncias y otras causas contra todos aquellos que participaron de estas desgraciadas maniobras que se han valido de las víctimas de la AMIA y sus familiares, para dirimir intereses geopolíticos ajenos a nuestro país y enlodar la actuación de gobiernos populares.

Es posible que en la elección falten algunos argumentos de peso en esta apretada síntesis y que sobren algunos de menor entidad, pero lo que se quiso mostrar es, por sobre todas las cosas, que la impunidad que supimos conseguir no es producto de impericia o falta de elementos técnicos avanzados para la investigación, que no hay dolo sino culpa, que todo es el producto de un conjunto de pasos consientes de los actores involucrados tendientes a lograrla.

Mientras tanto los familiares de las víctimas del atentado a la AMIA continúan batallando sin desmayo por Memoria, Verdad y Justica, repitiendo la lamentable y trágica historia de nuestro pueblo ante la denegación de justicia por parte del Estado, como ocurrió con las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, Hijos, Veteranos de Malvinas entre las más destacadas, y recientemente con los familiares de los 44 tripulantes trágicamente fallecidos del submarino ARA San Juan.

Buenos Aires, 19 de julio de 2018

* Vicepresidente 1° del LLAMAMIENTO ARGENTINO JUDÍO

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