Rubén Pascolini, Soledad del Cueto, María Cristina Cravino, Viviana Pereyra, Ana Amelia Negrete, y Sebastián Cuccia al frente del panel

PRENSA

Se llevó a cabo el panel “¿Cómo construimos el derecho a la ciudad? Desafíos y problemáticas en el acceso justo al hábitat”, del que participaron el arquitecto Rubén Pascolini quien estuvo al frente de la Secretaría Nacional de Acceso al Hábitat ( 2014-2015), la arquitecta Soledad del Cueto, la investigadora del CONICET María Cristina Cravino, la licenciada en comunicación social Viviana Pereyra, la profesora, investigadora y extensionista de esta casa de estudios Ana Amelia Negrete, y el abogado e integrante del colectivo Resistencia Cultural Barrial Sebastián Cuccia.

En el panel, que estuvo coordinado por la doctora Sofía Bernat, se conversó acerca de la importancia de comprender al hábitat en sentido amplio, no sólo pensándolo en relación con la conformación de las ciudades sino también en términos culturales.

En ese sentido, la arquitecta Soledad del Cueto expreso: “nos propusimos pensar la construcción del hábitat con perspectiva de género en clave feminista. Lo pensamos como un desafío.” Y agregó “Las relaciones de genero intervienen en la configuración del espacio y atribuyen jerarquías y desigualdades”.

Rubén Pascolini contó la experiencia de un barrio actualmente llamado “Itá Verá” que significa piedra que brilla, antes llamado “Ex Basural” y cómo la intervención del Estado modificó el terreno y la posibilidad de habitar en él. En ese sentido, remarcó: “cuando se habla del derecho a la ciudad, de lo que se habla es de la posibilidad de que cada habitante pueda acceder a toda la calidad de la ciudad sin ser relocalizado.”

“Los asentamientos son fragmentos de la ciudad sin estatus de ciudad, y en ese marco luchan por el reconocimiento”, expresó María Cristina Cravino quien criticó las políticas de algunos gobiernos como el de la ciudad de Buenos Aires y describió: “la `estetización´ de los asentamientos es una política para los de afuera y no para los de adentro. Los veinte metros cuadrados en los que vive una familia sigue igual, la infraestructura no cambia. Y no es parte de la política de integración.”

Por su parte, Viviana Pereyra resaltó “toda posibilidad de avance en el derecho a un hábitat digno tiene que ver con la organización. Y remarcó que si no hay organización popular es el mercado el que define una distribución desigual del acceso a la tierra.

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