Lula da Silva

PRENSA

Por Carlos Ciappina*

El séptimo hijo de una familia de campesinos pobres nace el 27 de Octubre de 1945. Gobierna Brasil Getulio Vargas, el primer gran líder popular del Brasil; pero el niño recién nacido no lo sabe.

Esa familia extremadamente pobre se trasladó en la caja de un camión durante trece días  hasta llegar a las afueras de San Pablo. El niño tenía apenas 7 años y mientras su padre se divorciaba de su madre, el joven – niño aún – se iniciaba en el duro trabajo de las calles de San Pablo: a los doce años trabajaba de lustra botas. A los catorce años comenzó a trabajar en una fábrica de tornillos durante doce horas diarias.

Ese niño-joven se llamaba Ignacio Luiz Da Silva (Lula para su familia y su barrio) y, aunque nadie podía adivinarlo en ese Brasil desigual del desarrollismo alianza progresista, sería el primer presidente obrero de la Historia del Brasil y uno de los pocos –sobra una mano para contarlos- de toda América Latina.  

El joven Lula junto a su hermano se inició tempranamente en la lucha sindical. En 1966 –plena dictadura brasileña- Lula se incorporó al sindicato metalmecánico de San Pablo; tres años después fue electo para el Comité Ejecutivo y en 1972 fue elegido para estar a cargo del área de Protección Social del Sindicato. Tres años después fue electo Secretario General y vuelto a elegir en 1978. Su oposición a la dictadura le ganó el respeto de los/as trabajadores de los otros sindicatos. En 1980 Lula Da Silva –junto a otros líderes sindicales, políticos e intelectuales- dio el siguiente paso: constituyó el Partido de los Trabajadores (PT) con el objetivo de presentarse a elecciones y ganar la presidencia del Brasil.

En 1989 el PT propuso a Lula como candidato a presidente. Perdió con el candidato inventado por la derecha Collor de Melo. En 1994 se presentó por segunda vez y volvió a perder con Fernando Henrique Cardozo –un intelectual desarrollista heterodoxo- . Y volvió a perder con Fernando Henrique en el año 1998.

Dueño de una voluntad de hierro, logró que su Partido lo volviera a proponer para la candidatura a la presidencia una cuarta vez, en el año 2002. Las elecciones de Octubre fueron a Segunda vuelta y allí Lula Da Silva obtuvo el 61% de los votos (52.000.000 de votos).

Un día como hoy –pero del año 2003- asumía el primer presidente obrero de toda la historia del Brasil. Aquel joven lustrabotas y tornero se convertía en el presidente de la mayor economía latinoamericana. Pero no lo hacía en circunstancias fáciles.

El contexto latinoamericano era muy desfavorable, a excepción de la Revolución Bolivariana en Venezuela -que enfrentaba en esos días de enero del 2003 el paro petrolero como intento de destitución- , persistía en América Latina el neoliberalismo de los 90 con sus terribles consecuencias: En Chile gobernaba la “Concertación” que dejaba inmodificado el neoliberalismo pinochetista; en la Argentina gobernaba Eduardo Duhalde tratando de estabilizar un país desestructurado por el estallido del 2001; en Bolivia Gonzalo Sánchez de Losada –presidente boliviano que no hablaba castellano , pero sí inglés!- profundizaba el neoliberalismo; en Paraguay el partido colorado continuaba con las políticas conservadoras; en Colombia Álvaro Uribe proponía más represión , en Uruguay José Battle continuaba con las políticas de ajuste del Partido Colorado  y en México Vicente Fox del PAN –neoconservador- hundía la economía mexicana en el modelo neoliberal. 

En ese contexto altamente desfavorable asumía el presidente Lula Da Silva. Ocho años después, en diciembre de 2010 Lula dejaba un Brasil y una América del Sur completamente diferente a como la había encontrado.

La inflación se redujo drásticamente, el PBI creció todos los años transformando a Brasil en la sexta economía mundial. Se redujo significativamente el desempleo y se desendeudó el país liquidando la deuda externa con el FMI y el BIRF. El descubrimiento de enromes depósitos de petróleo fortaleció a la petrolera estatal PETROBRAS. 

En relación a la pobreza estructural del  Brasil, Lula implementó programas sociales para todo el territorio brasileño: el Programa Bolsa Familia, el Programa Bolsa Escola y el Programa Hambre Cero sacaron de la pobreza a 30.000.000 de brasileños, redujeron el analfabetismo y mejoraron las condiciones de Salud de millones de personas.

Al mismo tiempo se llevó a cabo el Programa contra el Trabajo Esclavo –endémico en el Brasil pre Lula- y el alza del salario mínimo de los/as trabajadores del Brasil.

Lula se abocó –junto a otros presidentes nacional-populares como Néstor Kirchner, Hugo Chávez, Evo Morales y Tabaré Vázquez; a la ampliación de la integración latinoamericana: fue un impulsor de la ampliación del MERCOSUR (incorporando a Venezuela); de la  creación de la UNASUR (fundada durante su mandato en Brasilia, año 2008); y de la CELAC en el año 2010.

Siempre será recordada por los pueblos latinoamericanos la Cumbre de las Américas en  Buenos Aires del año 2005; en donde un Lula exultante –junto a otros presidentes de Latinoamérica- le dijeron “NO” al proyecto del ALCA impulsado por los Estados Unidos.

Perseguido por el entramado oligárquico-mediático-judicial que finalmente puso en el poder a personajes como Jair Bolsonaro; Lula Da Silva fue encarcelado en una parodia de juicio y condenado  a nueve años de prisión por un juez que hoy es el Ministro de Justicia del presidente racista del Brasil….

«Nunca pensé que poner un plato de comida en la mesa de un pobre generaría tanto odio de una elite harta de tirar comida a la basura»  dijo Lula Da Silva sobre los motivos de su procesamiento y prisión.

Hoy en libertad, pues nunca tuvo sentencia firme – aquel niño lustrabotas que se transformó en el primer presidente obrero de su país un  1 de enero de 2003-  es el político más popular del Brasil.    

*Docente de la Facultad de Periodismo y Comunicación Social de la UNLP

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