PRENSA

Por Vilma Sanz*

Quizá provocada por la solicitud de reflexionar sobre el Día Mundial del Medio Ambiente, mi primer pensamiento fue hacia Mafalda y sus preocupaciones de clase media progresista, capaz de sentir empatía por la injusticia y su mirada crítica de la realidad; e inmediatamente recordé una tira en donde, una Mafalda profundamente compungida, dice a una Susanita resignada: “Hoy en el diario sale una noticia deprimente En todo el mundo trabajan 43 millones de chicos en condiciones deficientes. ¿Te das cuenta? ¡Y es un informe de la Organización Mundial del Trabajo y qué sé yo! ¡43 millones de chicos deben trabajar para vivir!” Y la respuesta de Susanita que me llevó a recordar esa tira en particular: “¿Y? ¿Tenemos nosotros la culpa? ¡No! ¿Podemos nosotros solucionar semejante problema? ¡No! Lo único que podemos hacer es indignarnos y decir ¡Qué barbaridad!”.

Colmo de paradojas, Mafalda deja de publicarse en junio de 1973, un año después que la Cumbre de la Tierra fuera convocada por la Organización de Naciones Unidas e iniciara sesiones un 5 de junio y proclamara la Declaración de Estocolmoalertando acerca de la necesidad de un criterio y unos principios comunes que ofrezcan a los pueblos del mundo inspiración y guía para preservar y mejorar el medio ambiente humano;y un año antes que comenzara a instalarse ese día como Día Mundial del Medio Ambiente, hace de eso 43 años, como los millones de niños que preocupaban a Mafalda…

¿Y Susanita? ¿Tenía razón Susanita cuándo afirmaba que lo único que podemos hacer es indignarnos y decir ¡Qué barbaridad!? Pues en estos años hemos definido que sí hay acciones,más allá de la indignación, que podemos tomar: consumir menos y más responsablemente, producir y consumir alimentos agroecológicos, evitar el uso de químicos reemplazados por bio-insumos, exigir que los productos que consumimos preserven otras especies, separar residuos domiciliarios, reutilizar envases, utilizar bolsas de tela para nuestras compras, conservar semillas nativas para mejorar los cultivos,compostar restos orgánicos, promover el uso de fuentes de energía renovables, cerrar canillas al lavarnos evitando el desperdicio de agua, recolectar agua de lluvia para riegos, evitar dejar nuestros desperdicios en playas, zonas de recreación y turismo, gestionar la ampliación de redes cloacales para el tratamiento de aguas servidas, preservar bosques, mares y cursos de agua, hábitats y biodiversidades con todas las acciones anteriores.

Y mientras realizamos todas estas tareas y educamos a nuestros niños/as/es en todos estos hábitos de sociabilidad cuidadosa del medio ambiente, empresas transnacionales continúan usando agua potable para fracking, vacían cianuro y mercurio a los cursos de agua, deforestan bosques nativos para el agronegocio o monocultivos, vuelcanresiduos de procesos industriales sin tratar ni descontaminar en cursos de aguas que atraviesan kilómetros hasta desembocar en otros cursos de agua con el que se surte el consumo domiciliario,utilizan agroquímicos en la falsa ecuación que sólo el paquete tecnológico producirá la cantidad de alimentos necesarios para paliar el hambre, nos visten con una industria que produce el 20% de las aguas residuales y cambia los dictados de la moda cada temporada, en definitiva y volviendo a un clásico de Quino, “Juegan las negras y dan jaque mate cuando les da la gana”.

Entonces, ¿cómo tener unsuperador Día del Medio Ambiente, cuando estamos en cuarentena por un virus que desconocíamos hace menos de un año, que está matando a las personas por miles y cuyo único freno es el agua jabonosa y el aislamiento social? ¿Cómoavanzar en una construcción social organizada, paradisputar espacios, términos y condiciones que permitan recuperar ambientes, hábitats y biodiversidades, sin tener que reducir la actividad económica al límite, como sucede hoy en día? Lo haremos sumándonos a un proyecto políticoy en construcción colectiva, que utilice los recursos y herramientas del Estado para transformar la realidad a la que este día nos convoca y asísensibilizar, promover, motivar, fomentar, concientizar y celebrar este día.

*Docente de la Facultad de Periodismo y Comunicación Social de la UNLP

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