PRENSA

Por Andrés López*

Desde siempre, el periodismo deportivo fue una profesión en la que el manejo de las efemérides es una virtud. Conocer la fecha del cumpleaños de Maradona (30 de octubre), el día del debut de la selección en los Mundiales de 1978 y 1986 (ambos el 2 de junio) o el aniversario de las medallas olímpicas de Atenas 2004 (el 28 de agosto) es un saber apreciado en cualquier grupo de trabajo. Y en este 2020 en el que la pandemia hizo que la actividad del deporte fue muy escasa, los recordatorios estuvieron a la orden del día.

El 2 de junio, por ejemplo, se festejó el Día Mundial del Periodismo Deportivo. Y la fecha remite a la creación de la Asociación Internacional de la Prensa Deportiva durante los Juegos Olímpicos de 1924, por lo que esta vez la evocación vino junto con la comparación: este año no fue posible la cita olímpica por culpa del Covid-19.

Pero en Argentina la fecha del festejo es otra, y es el 7 de noviembre. Y el motivo es justamente una reunión: en 1938, en el Círculo de Periodistas Deportivos de Capital Federal, se estaba festejando el Día del Canillita, y alguien propuso festejar juntos. Desde entonces, el mismo día se celebra también el Día del Periodista Deportivo.

Este año no habrá reuniones ni festejos presenciales, a tono con un año en que el periodismo deportivo tuvo que modificar todos sus rituales. Hace meses que no hay viajes para cubrir eventos, no hay partidos en estadios llenos, no hay entrevistas cara a cara con protagonistas en el lugar de los hechos. Pero para mirar el vaso medio lleno, sí es un buen momento para empezar a construir lo que viene. O para continuar haciéndolo, en verdad.

Es que apenas una semana atrás estábamos cerrando el VIII Congreso de Periodismo Deportivo en nuestra Facultad de Periodismo y Comunicación Social, la cita que anualmente se repite de 2013 y que se organizó en conjunto con la Agrupación Rodolfo Walsh. Como siempre, fue el momento de parar la pelota y reflexionar. Como nunca, además, se trató de un evento del Siglo XXI.

Esta vez el Congreso de Periodismo Deportivo fue un espacio enteramente virtual, con la posibilidad de recibir a invitados, ponentes y asistentes de diferentes regiones del país, y también de otros países. Y que tuvo debates que miran hacia adelante, poniendo en el eje en el periodismo deportivo que tenemos hoy, pero sobre todo en el periodismo deportivo que soñamos.

Para empezar a hacerlo posible se realizó el lanzamiento del curso “Comunicación y Periodismo Deportivo con perspectiva de género”, con Inés Arrondo, la primera mujer de la historia en ocupar el cargo de secretaria de Deportes de la Nación. También se presentó el proyecto “Doble Carrera”, que busca que nadie tenga que optar entre practicar deporte o estudiar en la universidad, sino que pueda hacer las dos cosas en paralelo. Y se discutió sobre leyes, sobre masculinidades, sobre deportes electrónicos, sobre los desafíos en el mundo de hoy y en el de mañana.

Alguna vez, el desafío fue poner en marcha la Tecnicatura Superior Universitaria en Periodismo Deportivo, la primera carrera de este tipo en la universidad pública argentina. Ahora se trata de fortalecerla, de perfeccionarla, de actualizarla. Y de disfrutar de los espacios en los que se la reconoce y se la valora.

“Ayelen Pujol nos mencionó en la Diplomatura de deporte y género”, me contaba hace minutos Julieta Sampaoli, “como la única facultad que forma comunicadores con perspectiva de género en cuanto a Periodismo Deportivo”. Y ese mensaje de WhatsApp merecía un lugar en esta nota. Porque hay un periodismo distinto que viene en camino. Y lo estamos construyendo entre todos/as/es.

*Director de la Tecnicatura Superior Universitaria en Periodismo Deportivo de la Facultad de Periodismo y Comunicación Social de la UNLP.

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