PRENSA

Por Carlos Ciappina*

“Nos pedían que seamos los aliados de los Estados Unidos, y nosotros, los pueblos originarios, no podemos aceptar eso; nosotros nos liberamos del imperialismo, hasta expulsamos al embajador y ahora estamos más sólidos política y democráticamente”. (Evo Morales Ayma. F.P.yC.S. 2013).

“El capitalismo no quiere que exista un modelo político económico alternativo que reduzca la pobreza y propicie la igualdad. No se acepta que el pueblo y los movimientos indígenas puedan gobernar Bolivia. No se acepta que haya otra Bolivia posible”.  (Evo Morales Ayma. F.P.y C.S. 2020).

Hay una Bolivia antes y otra después de Evo Morales

La Bolivia de antes llevaba 500 años de gobiernos “extrañados de su pueblo”: primero el Estado colonial español con su organización para el despojo, la destrucción y explotación de las comunidades originarias. Ese estado colonial – que fue derrotado por la lucha de los pueblos de la mano de San Martín, Bolívar, Sucre y Juana Azurduy entre tantos/as otras/os, se transformó –de la mano de las elites bolivianas- en el Estado “blanco” , de matriz racista y supremacista, asociado a las necesidades y demandas de una o otra metrópoli, despreocupado – o peor aún, perseguidor- de las naciones originarias que constituyen a Bolivia, un estado culturalmente eurocéntrico e incapaz de resolver los problemas históricos que la misma elite había generado: exclusión, pobreza, saqueo de los recursos naturales. No sin resistencias claro: ya en la colonia, Tupac Amaru II y Micaela Bastidas y Tupac Katari y Bartolina Sisa llevaron a cabo los más grandes levantamientos anti-colonialistas de América antes de la Independencia. También debemos señalar la resistencia cotidiana expresada en el uso de la propia lengua, la persistencia de las tradiciones religiosas y culturales que preexistían a la invasión europea.   

Salvo el período del gobierno del Movimiento Nacionalista Revolucionario (1952-1964) , que intentó la Reforma Agraria y la modernización económica, social  y laboral –proceso interrumpido por las dictaduras de la Seguridad Nacional en 1964 –  Bolivia y su pueblo transitaron estos cinco siglos de historia entre el saqueo y las luchas resistentes.

Particularmente dura fue la experiencia de los últimos años del siglo XX, cuando el neoliberalismo se asentó en América Latina y cobró especial crudeza en territorio boliviano: iniciado con Paz Estensoro (1985) y Jaime Paz Zamora (1989)  se dio un proceso de reducción drástica del Estado, eliminación de leyes laborales y privatizaciones de empresas estatales que tuvo un impacto directo en la reducción del salario y el incremento de la desigualdad y la pobreza. Los gobiernos de Sánchez de Lozada (multimillonario  minero  formado en la Universidad de Chicago, con dificultades para hablar el castellano en vez del inglés) llevaron el modelo neoliberal a su paroxismo: la empresa nacional de ferrocarriles (ENFE) ; la de Petróleo (YPFB); de Telecomunicaciónes (ENTEL);de Electricidad (ENDE) fueron privatizadas y parte de sus fondos entregados a las Administradoras de Fondos de Pensiones (privatización de las jubilaciones). Dos medidas emblemáticas llevaron al levantamiento del pueblo boliviano: la privatización del agua (por recomendación del Banco Mundial) en Cochabamba (2000) y la propuesta de venta del Gas boliviano por puertos chilenos hacia Estados Unidos (2003). Ambos procesos desataron las movilizaciones en lo que fue denominado la Guerra del Agua y la Guerra del Gas. Entre el año 2000 y el año 2005 el pueblo boliviano, sus expresiones indígenas, sus sindicatos (viejos y nuevos , como el de los cocaleros) se expresaron y resistieron en las calles –en medio de fuerte represión- obligando primero a la renuncia de Sánchez de Lozada y luego al llamado de elecciones de su sucesor –el vice Carlos Mesa-.

El Movimiento al Socialismo-Instrumento Político para la Soberanía de los Pueblos (MAS- IPSP) con el candidato a presidente  Evo Morales triunfó holgadamente en aquellas elecciones del 18 de diciembre. Y con ese triunfo – la elección de un presidente indígena en un país con mayoría indígena por primera vez en 500 años- llegaban al poder no sólo Evo Morales y su sindicato sino las tradiciones y luchas de siglos por una sociedad boliviana más justa:

Ya durante el año el año 2006 se Decretó el fin de la extracción descontrolada de productos mineros en Bolivia (Decreto  Héroes del Chaco). Se estatizaron todos los recursos petroleros del país, obligando a las empresas privadas a iniciar además un proceso de cooperación con la empresa estatal boliviana (que debía tener al menos el 50% de las acciones de cada compañía privada). Ese mismo año se estatizó la mina de estaño de Huanuni. Durante el año 2007 se reestatizó la empresa siderúrgica Vinto y la empresa de servicio de aguas de La Paz. En el año 2008 se nacionalizó la empresa de Telecomunicaciones (en manos de Telecom) y se compraron las acciones de Hidrocarburos Boliviana ; el 50 % de la empresa petrolera Andina (en manos de Repsol); se obtuvo el 51% de las acciones de la empresa Chaco de Hidrocarburos (en manos de British Petroleum) y el 50% de la distribuidora de combustibles Transredes (de capital británico).En mayo de 2010 la totalidad de las acciones de la empresa abastecedora de combustible a los aviones fue estatizada. En el año 2012 se nacionalizó la empresa de electricidad de Bolivia.

La recuperación de los recursos soberanos de Bolivia permitió un crecimiento continuado del Producto Bruto Interno y la caída del desempleo a tan solo el 3%.

El estado desarrolló , además, amplios programas sociales , los tres más relevantes han sido el Bono Juancito Pinto (se inició en el 2006 para incentivar la permanencia de los niños/as en las escuelas primarias); el Plan Dignidad (iniciado en el 2007 como aporte vitalicio para personas de más de 60 años que no hubieran podido cobrar o aportar para las jubilaciones) ; y el Bono Juana Azurduy ( iniciado en el 2009 con un aporte económico para todas las mujeres gestantes y de niños de hasta dos años).El impacto del crecimiento económico y los planes sociales combinados  fue enorme: la pobreza pasó del 62% en 2003 a menos del 40% en el 2013; la indigencia se redujo en el mismo período  del 37 al 21% . La mortalidad infantil que tenía tasas de casi el 70% para el año 2002, pasó a ser de menos del 40% en el 2013.

Todo debía ser reformulado, para dejar el viejo país elitista atrás: en el año 2009 se sancionó la nueva constitución del país que estableció la existencia del Estado Plurinacional de Bolivia , reconociendo por primera vez en la historia la preexistencia, los derechos de representación y la soberanía territorial y de recursos naturales de las naciones originarias de Bolivia. También significó la nueva constitución un enorme avance en materia de derechos sociales, ambientales y políticos.

A partir del 18 de diciembre de 2005 también habrá un giro en la política exterior de Bolivia: del alineamiento automático con los Estados Unidos a la soberanía boliviana y de apoyo a los pueblos de América Latina. En el año 2008, en pleno intento –de varios- golpista contra el gobierno democrático y popular, el presidente Evo expulsó al embajador norteamericano y redujo al mínimo la presencia consular estadounidense. Al mismo tiempo, Evo Morales junto a Hugo Chávez y Fidel Castro promovieron el ALBA (la Alianza Bolivariana para los pueblos de Nuestra América); Evo apoyó decididamente la UNASUR y el MERCOSUR y criticó la parcialidad neocolonial de la OEA.

¿Cuánto ha cambiado Bolivia desde aquel 18 de diciembre del 2005? Mucho y para bien. Solo baste recordar que en noviembre del año pasado las fuerzas coaligadas de la derecha liberal, las elites racistas, las FFAA y la Organización  de Estados Americanos (OEA) dieron un golpe de Estado que expulsó a Evo Morales y Álvaro García Linera del poder. La derecha boliviana y latinoamericana  imaginaron que  habían terminado con Evo Morales y el MAS. A un año de ese golpe sangriento (la represión asesinó a decenas de personas cuando protestaron a favor de Evo Morales) el MAS volvió a triunfar en las elecciones bolivianas de este año , Evo Morales y Álvaro García Linera volvieron a su país y el pueblo boliviano recuperó un gobierno democrático, legal y legítimo.

Quince años desde el triunfo de Evo en Bolivia. Quince años que cambiaron a Bolivia para siempre.          

*Profesor y director de la Licenciatura en Comunicación Social de la Facultad de Periodismo y Comunicación Social de la UNLP.

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