La justicia condenó a prisión perpetua al ex policía Luján Martínez por el asesinato en 2002 de Mauro Martínez, testigo clave de la desaparición seguida de muerte de Miguel Bru. El fallo de la Sala I del Tribunal de Casación de la provincia de Buenos Aires revocó la absolución de 2008 del Tribunal Penal I de La Plata, que lo había dejado en libertad junto al otro ex policía implicado, Ismael Gauna (que murió en 2009 en libertad).
Este fallo fue buscado por la familia y la Asociación Miguel Bru (AMB) durante trece años, desde la absolución de los ex policías en 2008. “19 años después del asesinato logramos que se haga justicia. Con la familia de Beto Martínez sufrimos todas las irregularidades en el juicio oral contra de los imputados Gauna y Martínez, sobreseídos de la forma más impune por el Tribunal Número 1 de La Plata. Sin bajar los brazos, con la asistencia y el trabajo de los doctores Pablo Javier Oleaga, Marcelo Enrique Ponce Nuñez y Ernesto Martín, pudimos ponerle fin a esta pesadilla, porque además este hombre mientras estuvo libre tuvo un intento de femicidio”, dijo Rosa Bru, presidenta de la AMB, y recordó que este fue el primer caso de los patrocinados por la Asociación en llegar a un juicio oral.
Luján Martínez está acusado de tentativa de femicidio de su ex pareja, a quien le dio 6 puñaladas en 2017. Además tiene otras 26 causas judiciales abiertas en su contra, la mayoría por violencia de género, iniciadas desde 1998 a partir de denuncias de sus exparejas, según un relevamiento realizado por la Secretaría de Género de la Facultad de Periodismo y Comunicación Social de UNLP.
“Recién ahora, luego de varios años en los que reinó la impunidad, se pudo llegar a la verdad, quedando en claro que se trató de una salvaje ejecución por parte del personal policial, ya que de ningún modo pudieron sentirse amenazados, pues la víctima se había entregado mansamente y estaba desarmado”, expresó el abogado Marcelo Ponce Nuñez.
El asesinato de Mauro Martínez
Mauro “Beto” Martínez fue testigo de la desaparición de Miguel Bru en agosto de 1993. Su testimonio fue clave para confirmar que Miguel estuvo en la Comisaría Novena de La Plata donde fue torturado hasta la muerte.
“Beto” comenzó a ser perseguido por el entonces oficial Ismael Gauna. Al poco tiempo fue detenido en la Comisaría de El Dique, en Ensenada, de donde se fugó. Se refugió en una casa del barrio Villa Elvira, en 120 y 84. El 21 de junio de 2002 irrumpió en la casa una brigada policial encabezada por Gauna y Luján Martínez. Según la versión de la policía, Mauro Martínez salió a recibirlos armado con un revólver calibre 32. En cambio, testigos del hecho dijeron que salió con las manos en alto pidiendo que no lo mataran, y luego de esposarlo le dieron un tiro en la espalda. Aunque el Hospital San Martín estaba a pocas cuadras, lo llevaron herido al Hospital Gutiérrez, en la otra punta de la ciudad, según un testigo de la misma policía “porque quedaba más lejos y podía morir en el camino”. “Beto” murió al otro día como resultado del disparo recibido.
La familia, patrocinada por la AMB, pudo desentramar la cadena de encubrimiento y presentar todas las pruebas para acusar a los policías por el crimen y llevar el caso a juicio oral. Seis años después, en diciembre de 2008, el Tribunal Penal I integrado por los jueces por Samuel Saraví Paz, Patricia de la Serna y Guillemo Labombarda absolvió a los ex oficiales, a pesar de que la Fiscalía pidió en su alegato 20 años de condena y la AMB como particular damnificado prisión perpetua.
“La sentencia podría ser copia fiel de las declaraciones de ambos imputados”, dijo Rosa Bru en 2008, tras la absolución. “No fue más que el broche de oro de un modo de operar que se repite en todas las causas donde se investiga el accionar del personal policial: todos los casos en los que están involucrados oficiales de la fuerza son investigados por la misma policía. Desde el comienzo del caso se pone en marcha todo un sistema de complicidad que derivan en impunidad y ausencia de justicia”.
En 2009 la AMB apeló ante el Tribunal de Casación para que se revea la condena absolutoria, pero su respuesta fue que no podía recurrir el particular damnificado. Ante esto, la AMB presentó un recurso de Inaplicabilidad de Ley e Inconstitucionalidad ante la Suprema Corte (SC) provincial, quien hizo lugar y ordenó a Casación que revea la sentencia. Pero nuevamente incumplió al no fijar audiencia, y en octubre de 2018, sin escuchar al particular damnificado, volvió a confirmar la sentencia absolutoria del Tribunal.
Entonces, por segunda vez, en 2018 la AMB presentó otro recurso a la Suprema Corte, quien respondió de forma favorable. De esta forma, en 2020 Casación citó a los abogados de la AMB para que pudieran ampliar su pedido. Finalmente ahora, y tras 19 años del crimen de Mauro Martínez, el Tribunal de Casación Sala I revocó la sentencia absolutoria y condenó a Luján Enrique Martínez como “coautor responsable de homicidio calificado, por haber sido cometido con alevosía, a prisión perpetua, más accesorias”.
Por Asociación Miguel Bru