PRENSA

El 17 de abril se conmemora el Día Internacional de los/as/es Presos/as/es políticos/as. Podemos marcar los orígenes de esta conmemoración en el año 1974, cuando el palestino Mahmud Baker Hijazi fue liberado de las cárceles en el primer acuerdo de canje de prisioneros con Israel. En consecuencia, el Consejo Nacional Palestino declaró el 17 de abril como jornada de solidaridad con los presos políticos palestinos. Fue también en esta fecha, pero en el año 2004, cuando se realizó un encuentro en Euskal Herria en donde se reunieron vascos, palestinos, la Fundación de Investigación y Ayuda Legal Argentina. Allí se llevó adelante una jornada internacional que posicionó en primer plano la situación de miles de personas privadas de su libertad por causas políticas partidarias.

Esta fecha surge, en definitiva, de la necesidad de nombrar una realidad injusta y violenta que excede un territorio y una temporalidad. En nuestra Latinoamérica, la situación de los y las presos/as/es políticos/as/es ha cambiado de acuerdo a la coyuntura. En Argentina, durante la dictadura cívico-eclesiástica-militar, se llevó a cabo un plan sistemático de terrorismo de estado y se prohibió toda participación política: son miles los presos y las presas políticas de dicho período. Sin embargo, en la actualidad hay personas que por su participación en los reclamos populares y por luchar por sus ideales han sido privadas de aquello que no se puede comprar: la libertad.

Una pregunta se hace presente: ¿Es posible una democracia plena con presos políticos?   Es la pregunta que nos hacemos al ver que Milagro Sala se encuentra privada de su libertad desde el año 2016, cuando la dirigente social de la Túpac Amaru fue detenida arbitrariamente en la provincia de Jujuy por liderar una protesta contra decisiones del gobernador Gerardo Morales. La detención ocurre en el contexto de una serie de medidas tomadas por la administración de Macri que han debilitado el Estado de derecho bajo el pretexto de seguridad, libertad económica y la guerra contra las drogas.

“Yo digo que la libertad nuestra va a venir el día que cambie la Justicia de la provincia, mientras tanto, no va a pasar nada”, dijo Milagro a Página 12.

El 20 de marzo del presente año, nuestra facultad entregó el Premio Rodolfo Walsh que destaca la trayectoria y obra de Milagro, quien impulsó la reivindicación de la cultura, los principios y valores de los pueblos indígenas y las demandas de políticas de reparación y lucha contra la discriminación. Desde nuestra postura, exigimos la libertad de Milagro Sala y de todos los y las presos/as políticos que han sufrido la persecución durante el gobierno neoliberal de Mauricio Macri. Por una democracia plena y por el derecho a que nadie silencie nuestra voz: los ideales no se pueden encerrar. Queremos un país sin presos ni presas políticas. Queremos un país con pleno estado de derecho.

Secretaría de DD.HH. de esta casa de estudios.

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