Piedad Córdoba inició su actividad político-social en los barrios de Medellín, dentro del sector mas progresista del Partido Liberal Colombiano. A partir de ese momento, toda su vida política ha estado comprometida con las luchas por una sociedad crecientemente democrática:

En el año 1988 es electa por el voto popular como concejal de Medellín. Cumplido este período, se presenta para ser electa Diputada Nacional para los años 1992-1994.
Electa Senadora de la República de Colombia para el período 1994-1998.
En 1998 es reelecta senadora , comenzando a proponer una salida negociada al conflicto armado en Colombia. Por su compromiso con las propuestas de pacificación, es secuestrada por las Autodefensas Unidas de Colombia (los grupos paramilitares, muchas veces en connivencia con el Estado).
Liberada a los pocos meses , se exilia en Canadá por la profunda inseguridad que pesa sobre su persona y su familia. Retornada de Canadá, vuelve a ser electa Senadora en el año 2002, pero debido a la manipulación de la elección, es privada de asumir su senaduría.

Sin embargo, en el año 2006 el pueblo colombiano la vuelve a elegir como senadora y resulta reelecta en el año 2010. En ese mismo año de 2010 fue destituida e inhabilitada para ejercer cargos públicos por el lapso de 18 años, en una clara maniobra de proscripción política por parte del gobierno conservador colombiano. Dicha medida fue levantada por el Estado colombiano en el año 2016, al comprobarse falsas todas las acusaciones hechas en su contra.

Piedad Córdoba ha dedicado y dedica su militancia política y social al impulso de proyectos con una fuerte impronta igualitaria, social y antidiscriminatoria; en especial por la ampliación de la participación política y la mejora en las condiciones sociales de las mujeres.

Llevó adelante una fuerte campaña legislativa para mejorar las condiciones de las madres comunitarias colombianas proponiendo un ingreso básico para aquellas mujeres que, surgidas de su propia comunidad, se dedican en forma solidaria a los cuidados de la primera infancia en sus propias casas o en hogares comunitarios.

No menor ha sido su compromiso con la lucha contra la violencia intrafamiliar, en particular contra la violencia de género. Piedad Córdoba impulsó el primer proyecto de Ley en Colombia que sancionó la violencia al interior de la familia y el proyecto que sancionaba todas a las formas de violencia contra las mujeres, señalando que en Colombia las mujeres y los Niños/as sufrían doblemente el conflicto armado: víctimas de la guerra entre paramilitares , el gobierno y las fuerzas revolucionarias ; pero además víctimas de la violencia de género en sus propios hogares y comunidades.

En el caso específico de Colombia, Piedad Córdoba ha puesto en evidencia, por ejemplo, que debido al conflicto armado en ese querido país, el 80 por ciento de la población desplazada son mujeres, especialmente negras e indígenas, de allí que dedicó gran parte de sus esfuerzos políticos a la lucha por la equidad de las mujeres y en especial a las mujeres que integran las minorías étnicas.

Tenemos que resaltar su profundo compromiso con la visibilización de las cuestiones vinculadas a las comunidades afrocolombianas, históricamente destratadas y desconocidas por una elite político-social con fuertes rasgos discriminadores. Piedad Córdoba ha presentado un Proyecto de Ley para que las comunidades afrocolombianas tengan cuotas de participación en los empleos públicos e incluso en los cargos de elección popular.

Lo mismo puede decirse del compromiso de Piedad Córdoba con la puesta en agenda pública de los derechos de las personas gays, lesbianas, bisexuales y transgéneros en Colombia y en América Latina. En el año 2002 presentó el primer proyecto por la igualdad de derechos matrimoniales para las personas del mismo sexo en Colombia. Lo volverá a hacer en el año 2010. Recién en el año 2016 este derecho fue sancionado en Colombia.

Convencida de que era necesario apoyar los esfuerzos por alcanzar algún tipo de acuerdo en el larguísimo conflicto armado que desgarró a Colombia durante décadas, Piedad Córdoba aceptó formar parte de la iniciativa de acuerdo humanitario ,(aún con la participación del gobierno conservador de Alvaro Uribe Vélez, que tenía claros vínculos con las fuerzas paramilitares).

A partir del año 2007, Piedad Córdoba puso toda su energía para alcanzar un primer paso de pacificación a partir de los acuerdos humanitarios, incluyendo en las tratativas entre el gobierno colombiano y las FARC, al presidente de Venezuela Hugo Chávez y de la Argentina Néstor Kirchner, entre otras destacadas figuras política democráticas de América Latina.

Bajo ese paraguas de buena fe que otorgaban Chavez y Néstor Kirchner, se lograron una serie importantes de liberaciones de secuestrados/as, pese a los obstáculos y las críticas que buena parte del gobierno colombiano de entonces y los medios hegemónicos hacían por el acercamiento de Piedad al gobierno venezolano y la búsqueda de la paz.

Su participación en los acuerdos humanitarios no fueron un obstáculo para que Piedad Córdoba expresara públicamente y taxativamente su perspectiva de apoyo al proceso bolivariano de Hugo Chávez ; su convicción de que había vínculos espurios entre el gobierno colombiano y los paramilitares de las Autoayudas Unidas Colombianas; y la necesidad de retirar a las FARC de las listas de organizaciones terroristas.

También es necesario señalar que debemos reconocer a Piedad Córdoba como una pionera en la utilización de Internet y las herramientas virtuales en el campo de la política y su incursión en el periodismo político como conductora del Programa Causa Justa en la cadena TELESUR.

En mayo del año 2013, la Facultad de Periodismo y Comunicación Social tuvo el orgullo de distinguir Piedad Córdoba por su Trayectoria en la lucha por la paz y la vigencia plena de los Derechos Humanos . En esa oportunidad , brindando una conferencia dirigida a alumnos y asistentes, Piedad señaló certeramente al referiré a los oligopolios mediáticos privados en América Latina que : “son comisarios a sueldo de las multinacionales, al servicio de intereses del Imperio y de las nuevos modos del colonialismo. No les importa la vida y la miseria de tanta gente. Son como bombas de propulsión a chorro, misiles de destrucción contra cualquier intento de avance popular”.

Por su compromiso en la lucha por la visibilización de la situación de violación de los derechos de las mujeres , las minorías de género, las comunidades desplazadas y su denuncia de las causas profundas de la violencia y la inequidad en Colombia; la Facultad le entregó en en el año 2017 el Premio Rodolfo Walsh.

Lamentamos profundamente su fallecimiento y acompañamos a su familia y al pueblo colombiano todo.