PRENSA

Hoy, como cada 21 de septiembre, se celebra en nuestro país el Día de los/as/es estudiantes. Esta fecha conmemora la repatriación de los restos de Domingo Faustino Sarmiento fallecido en Asunción, Paraguay en el año 1888 y comenzó a celebrarse desde 1908 por iniciativa de Salvador Debenedetti, estudiante y presidente del Centro de Estudiantes de la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA.

No obstante, más allá de su valor histórico, es una efeméride que ha ganado un gran apelo cultural y simbólico entre las juventudes argentinas. A lo largo de la historia, esta jornada se transformó en fiesta y reunión para les jóvenes quienes lograron apropiarse de este día y resignificarlo completamente.

Esta celebración, sumamente esperada cada año por el colectivo estudiantil, ha ganado nuevos propósitos. A días del aniversario de “la noche de los lápices”, esta fecha y el mes de septiembre en general es una oportunidad de revalorizar la lucha y la resistencia de les estudiantes a lo largo de nuestra historia. Es un reconocimiento a su esfuerzo, dedicación y militancia por más conquistas.

Desde hace años, es una oportunidad de reivindicación para todos/as/es aquellos/as/es estudiantes que entendieron que su lugar no es solo en las aulas y en la formación académica, sino también en las calles junto al pueblo. Un compromiso que no es individual sino colectivo, en unidad con el resto de los/as/es trabajadores, luchando por una patria cada día más justa, libre, y soberano.

Siempre del lado de la ampliación de derechos, es importante recordar a quienes resistieron el neoliberalismo en los 90 defendiendo la educación pública y a quienes florecieron con las medidas democratizadoras de los gobiernos de Néstor y Cristina donde se construyeron más de 17 Universidades Nacionales.

Gracias a estas políticas de inclusión, nuevas generaciones que antes no lo tenían como horizonte posible han podido acercarse a un sistema educativo que pudo contener sus demandas y garantizar su egreso en todos sus niveles. En muchos casos como los primeros de sus familias en alcanzar el derecho de estudiar.

Más allá del difícil contexto que atravesamos nos sumamos a la celebración de este día. Entendemos que volvimos a transitar el camino de la inclusión y la igualdad luego de cuatro años de políticas neoliberales impuestas por el gobierno de Macri que tanto daño nos causaron. Otra vez levantamos las banderas de quienes lucharon y resistieron a los enemigos de la democracia, que escribieron, soñaron y transitaron el camino que hoy continuamos defendiendo, haciendo del estudiante un símbolo de compromiso con su pueblo, su tiempo y su historia.

Agrupación Rodolfo Walsh. Conducción del Centro de Estudiantes de la Facultad de Periodismo y Comunicación Social de la UNLP.

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