PRENSA

Por Emilia Eizmendi*

El 17 de abril se conmemora a nivel Internacional el Día de los/as/es Presos/as/es políticos/as. En Argentina, las organizaciones de Derechos Humanos, los Foros por la libertad y la Democracia y espacios que reclaman la libertad de los/as/es presos/as/es políticos/as señalamos este día como una fecha para visibilizar y reclamar la libertad.

Cabe aclarar, que cuando hablamos de presos/as/es políticos/as, nos referimos a una persona que es privada de su libertad por causas políticas partidarias. En nuestra historia Latinoamérica hay que analizar esta causa en dos claves coyunturales disímiles. Durante los procesos de dictadura cívicas, eclesiásticas y militares y en los gobiernos neoliberales.

Durante la dictadura, se llevó adelante un plan sistemático de persecución, detenciones ilegales, torturas y desapariciones. No existía la democracia, y las fuerzas de seguridad estaban a disposición de las funcionalidades de los golpistas. En cambio, también existieron y existen presos/as/es políticos/as en los gobiernos neoliberales. Donde sí existe constitucionalmente la democracia, pero aun así se elabora un plan de persecución, hostigamiento y encarcelación de los/as/es que militan y piensan distinto al gobierno de turno. Esta triada está encabezada por el poder judicial, los intereses de la derecha y los grandes monopolios de comunicación, la cual conocemos como LAFWARE.

Esta articulación, operó arduamente en nuestra Región Latinoamericana en los últimos años. En países como en Brasil, derrocando al gobierno democrático de Dilma Rousseff y deteniendo a Lula, en Ecuador con la persecución de Rafael Correa, en Bolivia con el golpe de Estado y posterior proscripción a Evo Morales y el hostigamiento judicial y mediático constante a nuestra dirigenta Cristina Fernández de Kirchner. Patrias hermanas que conformaban gobiernos populares emancipadores.

En Argentina del 2015, asume al gobierno Mauricio Macri, llevando adelante un modelo neoliberal, aplicando lafware como método de persecución y encarcelación a dirigentes políticos/as del gobierno anterior. La primera presa política es Milagro Sala, líder de la organización Nacional Tupac Amaru. La flaca (nombrada así por sus compañeros/as/es) construyó una obra democrática, quizás en una de las provincias con más desigualdades del país. Aún hoy, presa política del gobierno de Gerardo Morales, actual gobernador de Jujuy.

La lista de persecución de Mauricio Macri fue larga, y durante los cuatro años de su gobierno las organizaciones estuvimos denunciando que con presos/as/es políticos/as había democracia. Comodoro Py, fue una pasarela de jueces inventando causas judiciales para acallar dirigentes políticos/as, como si una causa judicial pudiera acabar con las ideas.

Cristina Fernández de Kirchner, nuestra presidenta coraje, violentada mediáticamente y hostigada en todos los tribunales, fue citada a declarar en varias oportunidades en causas que con el tiempo se cayeron, no hubo pruebas que sostenían el mamarracho judicial que le inventaron. “Ya no es necesario desaparecer materialmente, sino que lo mediático lo suprime” denuncio Cristina en una de sus exposiciones denunciando el lafware en la Argentina.

En este día, exigimos como siempre, la libertad de nuestros/as/es compañeros/as/es, perseguidos/as/es y detenidos/as/es en el gobierno neoliberal de Mauricio Macri. Y expresamos que, sin la democratización del poder judicial, nunca tendremos una democracia plena en nuestro país.

*Licenciada en comunicación social. Graduada de esta casa de estudios

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