Por Ana Britez*
3 de julio de 2021. Un año más para festejar el Día de los/as/es locutores/as. Esta fecha conmemora la conformación de la SAL (Sociedad Argentina de Locutores) que había nacido en 1943. Gracias a un grupo de 21 hombres, profesionales del micrófono, que le daban una organización sindical a los que participaban de la actividad. Recién en 1950 se implementa el día de los/as/es locutores/as.
Hoy, setenta y un años después, seguimos festejando las voces. Las que muchas son recordadas a través de la radio o la televisión.
Durante mucho tiempo la Facultad de Periodismo y Comunicación Social de la UNLP quiso tener la carrera de Locución en la casa, para que les periodistas que se recibiesen en ella tuvieran las herramientas necesarias a fin de desarrollarse en medios audiovisuales. Este deseo tardó algunos años, pero parafraseando a Cerati: tarda en llegar y al final hay recompensa.
La casa de estudios platense, para muchos nuestra casa, la escuelita, la facu… había firmado un convenio con ISER y el ENACOM para por fin tener locutores egresados/as/es en casa. Finalmente, en 2014 se inicia la carrera con muchos/as/es estudiantes inscriptos/as/es, con ganas de volver a ese lugar que nos abrió otra vez las puertas a los sueños de estudiantes. Se acrecentó el clima de casa y familia cuando se comenzó a cursar en la histórica sede de 44. El lugar que muchos de esos/as/es estudiantes conocieron y pocos más de 10 sabían que la Facultad había funcionado en otros sitios, sólo los sábados visitaban la casa de diagonal 113 y 63.
Permítanme comenzar a escribir en primera persona, ya que fui parte de la primera cohorte de Locución y viví el proceso desde adentro. La Facultad ponía a disposición nuevas herramientas para crecer y ser periodistas integrales, al tiempo que pudiéramos manejar nuestras inseguridades, los miedos a través del cuerpo y la voz. Muchos/as/es de nosotros/as/es nos dedicábamos a la producción, no sólo porque nos gustaba, también en algunos casos porque temíamos a cómo sonaba nuestra voz, a sentir vergüenza de cómo decíamos lo que habíamos escrito, porque pensábamos en el público o sencillamente en el micrófono o las cámaras.
Las prácticas, los talleres, las cámaras y micrófonos habían vuelto a nuestras vidas, no para quedarse delante de nosotros sino que quedaban perfectamente instalados frente a nosotros. Les mirábamos y hablábamos y fuimos ganando confianza, aprendimos a pararnos, soltarnos y hablar frente a les propios/as/es compañeros/as/es (pensemos que todos/as/es éramos adultos/as/es que ejercíamos nuestra profesión y hacía años que habíamos dejado de ser estudiantes) y volver a rendir examen, parciales y/o realizar prácticos en vivo nos ponía más vulnerables. Comenzamos a disfrutar y a jugar… nos soltamos.
Tanto nos soltamos que fuimos contagiando el entusiasmo a otros/as/es compañeros/as/es y hoy algunos/as/es de ustedes, seguramente, estén cursando o pensando en seguir creciendo con la locución en nuestra casa. Algunos/as/es de ustedes ya se han enterado qué y cómo se hace, lo más importante qué y cómo se dice en cada una de las materias que conforman la curricula de la carrera de Locución.
A lo largo de la misma descubrimos las posibilidades de ser locutor/a, y aprendimos que no sólo es aquel que dice la hora, temperatura y humedad (HTH), lee marcas o hace “off”. Los/as/es locutores/as son la voz que nos invita, saluda y nos guía en una ceremonia, los/as/es locutores/as le prestan la voz a personajes de películas, de ficción o animadas, de videojuegos.
En estos últimos siete años, 117 estudiantes de la Facultad de Periodismo y Comunicación Social de la UNLP rendimos y aprobamos el examen habilitante.
Me doy otro permitido, invitarte a que te sumes a la carrera para crecer personalmente y como parte de esta casa. La familia de Perio. Y así entre todos/as/es poder decir a toda voz: alta, clara, proyectada y con todos los fonemas brillando:
¡FELIZ DÍA DE LOS/AS/ES LOCUTORES/AS!
*Docente de la materia Doblaje de esta casa de estudios.
