PRENSA

El 17 de noviembre de 1972, el general Juan Domingo Perón llegaba al aeropuerto de Ezeiza luego de 18 largos años de exilio en Europa. El “líder de los trabajadores” volvía al país acompañado por una comitiva de más de 150 mujeres y hombres, entre ellos científicos/as/es, ex funcionarios/as/es, legisladores/as y artistas, esperados por una multitud bajo la lluvia que ansiaban el retorno del ex presidente luego de casi dos décadas de proscripción.

La llegada de Perón representaba el final de un ciclo político: aquel golpe de estado que lo había derrocado en 1955 conocido como “revolución libertadora” había comenzado a desmoronarse debido a la delicada situación económica, política y social del país producto de años de desidia, violencia estatal y vulneración de derechos.

Aquella jornada representó no solo un nuevo capítulo en la historia política de nuestro país, sino que además cimentó el nacimiento de una nueva primavera peronista donde se encontraron por primera vez distintas generaciones de militantes.

Desde aquellos/as/es compañeros/as/es históricos/as/es que habían acompañado el proyecto desde el primer gobierno peronista, hasta las juventudes que habían crecido durante la sucesión de gobiernos antiperonistas y bregaban por una nueva etapa democrática que permita al peronismo la posibilidad de disputar las próximas elecciones.

La enorme expectativa que significaba el “operativo retorno”, emocionó al general siendo el mismo quien se dirigió directamente a sus militantes para agradecer el apoyo incondicional:

“Pocos podrán imaginar la profunda emoción que embarga a mi alma, ante la satisfacción de volver a ver de cerca a tantos compañeros de los viejos tiempos, como a tantos compañeros nuevos, esa juventud maravillosa que, tomando nuestras banderas para bien de la patria, están decididos a llevarlas al triunfo.”

Si bien esta jornada no se libró de incidentes propiciados por el poder de turno, la mística y resistencia de quienes pusieron el cuerpo aquel día y los meses posteriores, permitieron que menos de un año después, tras la renuncia del enorme compañero Cámpora, Perón triunfe en las elecciones de septiembre del 73´ inaugurando el tercer gobierno justicialista que culminó el día de su muerte, ocurrida el 1 de julio de 1974.

Para quienes llevamos la bandera de Perón, Evita, Néstor y Cristina, este día no solo conmemora y homenajea el ser militante, sino que nos invita a una constante renovación de un compromiso: compromiso con los valores que nos enseñaron los casi 20 años de proscripción, los constantes ataques de la derecha y los sucesivos golpes de Estado: la perseverancia, la lucha y la resistencia encuadradas en aquella foto que quedó marcada para siempre en nuestra historia, la de aquel aeropuerto colmado de compañeros/as/es que nos recuerda el valor de poner el cuerpo y no perder la esperanza.

Agrupación Rodolfo Walsh conducción del Centro de Estudiantes de esta casa de estudios.

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