PRENSA

Cada 10 de diciembre se celebra a nivel mundial el Día de los Derechos Humanos, pero al mismo tiempo, en nuestro país se reconoce a este día como el Día del Retorno a la Democracia mientras se recuerda también a la primera manifestación de las Madres y las Abuelas de Plaza de Mayo en 1981.

En 1948, tras los sucesos que ocurrieron en el marco de la Segunda Guerra Mundial, la Asamblea General de las Naciones Unidas elaboró y aprobó un documento llamado “Declaración de los Derechos Humanos” con la finalidad de acordar una serie de derechos básicos inquebrantables como la igualdad y libertad de todas las personas, la no discriminación, el derecho a la vida, la prohibición de la esclavitud, la tortura y las detenciones injustas, el derecho a la intimidad, a un juicio,  a la libertad de movimiento, a buscar un lugar seguro donde vivir y una nacionalidad. Por otro lado, esta declaración expresa que siempre vamos a tener derechos no importa a donde vayamos además de que la ley nos ampara y nos ve a todas las personas como iguales.

En Argentina, luego de un período marcado por el terrorismo de Estado y la comisión de miles de crímenes de lesa humanidad por parte de las Fuerzas Armadas, la credibilidad y el poder de los dictadores comenzó a erosionarse llegando así su retirada y a la vez el triunfo en las elecciones democráticas de 1983 de Raúl Alfonsín, quien asumiría su lugar como presidente el 10 de diciembre de ese año. A partir de ese día y hasta la actualidad, Argentina se mantiene en democracia y se cumple entonces el período democrático más longevo de nuestra historia, teniendo en cuenta las elecciones fraudulentas de principio de siglo y los varios golpes de estado que hubo con el paso de las décadas.

Por último, esta fecha coincide también con las Marchas de la Resistencia de las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, que eran manifestaciones públicas que empezaron a organizarse desde 1981 con la finalidad de reivindicar los derechos humanos de sus hijos/as/es, nietos/as/es y la sociedad en sí, mientras hacían crecer en número a un grupo de personas que se mostraba en contra de las atrocidades que cometían las Fuerzas Armadas. A partir de 1983, las marchas continuaron para posicionarse en contra de los intentos de darle impunidad a los principales responsables de los crímenes de lesa humanidad. Las mismas finalizaron en el período de la presidencia de Néstor Kirchner ya que, según el criterio de las Madres y Abuelas, finalmente habíamos alcanzado el período de justicia social.

Cada año, días como estos nos traen la oportunidad de recordar y mantener vivo en nuestra sociedad el espíritu de lucha por los derechos humanos. Debemos ejercer la reflexión, mantener la memoria viva, informarnos y reaccionar o reclamar nuestros derechos ante cualquier tipo de desigualdad: violencia, discriminación, exclusión, entre otras.

En nuestra cátedra de Comunicación y Derechos Humanos se comparte una conferencia dada por Theodor Adorno conocida como “Educación después de Auschwitz” que hace referencia específicamente a la necesidad de educar a la sociedad de manera que tales atrocidades no vuelvan a repetirse, dicha reflexión puede asimilarse con los sucesos ocurridos durante la dictadura en Argentina y Latinoamérica y otros que hasta el día de hoy siguen atentando con los derechos de las personas a lo largo y ancho del mundo. Es necesario que con el paso de los años se siga fomentando el compromiso social, la participación y la solidaridad con la finalidad de crear una sociedad consciente, segura y justa.

*Por la Secretaría de Derechos Humanos de la Facultad de Periodismo y Comunicación Social de la UNLP.

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