PRENSA

En enero de 2002, mientras la Argentina vivía un clima de descontento social y crisis económica con un nuevo récord histórico de desocupación y pobreza luego del final del gobierno de Fernando De La Rúa un mes antes, un grupo de docentes y estudiantes de la Facultad de Periodismo y Comunicación Social de La Plata se encaminaba al rodaje de una película sobre las tumbas clandestinas del cementerio de General Lavalle (a pocos kilómetros del partido de La Costa), lugar donde fueron sepultados los cuerpos devueltos por el mar a las playas bonaerenses y que se creían eran provenientes de los «vuelos de la muerte».

Sin imaginarlo, se encaminaban también al rodaje de la película que se convertiría en un aporte clave a la denuncia de la existencia de tumbas NN en el Cementerio de General Lavalle, y a partir de allí se lograría identificar los cuerpos de las Madres de Plaza de Mayo Azucena Villaflor, Esther Ballestrino y María Ponce, secuestradas, torturadas y asesinadas en 1977 por la última dictadura cívico militar argentina.

A partir de testimonios de los pobladores costeros, la película documental devela en detalle el destino y recorrido final de más de 40 cadáveres, aparecidos con claros signos de tortura -identificados con el terrorismo de Estado- en las costas bonaerenses entre 1976 y 1979. Construido por una amplia gama de testimonios, material de archivo y documentación inédita, rescata del silencio a más de veinte años una historia que evidencia el estado de horror montado por la última dictadura cívico militar argentina.

El documental también avanza en su  investigación sobre los relatos de los  bomberos de la zona, que narran cómo las autoridades de la dictadura militar, les ordenaba  recoger los cadáveres que aparecían en las playas. También descubre  las sepulturas clandestinas de esos cuerpos en el cementerio de General Lavalle, a través de las entrevistas de empleados municipales que habían sido testigos de esos enterramientos.

A raíz de esta investigación, el Equipo Argentino de Antropología Forense realizó las exhumaciones para dar, por primera vez, con la identidad de víctimas de traslados aéreos de la dictadura militar. El 30 de octubre de 2003 el equipo de realización hizo pública esta investigación a través de la presentación de “Playas del silencio”, un documental que antecede a la película. Y 24 horas más tarde el Juzgado Federal de Dolores dictó una medida de no innovar sobre las tumbas denunciadas en la investigación. A partir de allí el Equipo de Antropología Forense quedó a cargo de la investigación de las fosas clandestinas en el Cementerio de General Lavalle.

 Seis meses después la justicia informaba que se lograron identificar los cuerpos de Azucena Villaflor, Esther Ballestrino y María Ponce, fundadoras de Madres de Plaza de Mayo, que fueron secuestradas entre el 8 y el 10 de diciembre de 1977 por un grupo de tareas de la ESMA. Y en 2005 pudieron identificar el de la militante política Ángela Aguad y el de la religiosa francesa Leonie Duquet.

“Historias de Aparecidos” es el film que se planteó cerrar esta historia abierta en la dictadura y que el Estado argentino no logró resolver en sus años de democracia. Fue también una de las pruebas que se presentó en las causas llamadas “ESMA”, “ESMA II” y “Vuelos de la Muerte”, al confirmar científicamente con su línea de tiempo la existencia de los llamados “vuelos de la muerte”, y que concluye con la condena del genocida Alfredo Astiz.

Premio Azucena Villaflor

 Por la realización de la película “Historias de Aparecidos”, que marca su trabajo documental en defensa de los derechos humanos desde la universidad pública, su director Pablo Torello recibió en diciembre el premio “Azucena Villaflor de De Vincenti”. Esta película, producida por la Facultad de Periodismo, marcó un antes y un después en la historia de la realización documental de esta casa de estudios, a través del Centro de Producción Audiovisual (CPA) que dirige Torello.

Desde ese espacio,  se abocó a la realización de películas que permitan mantener viva la memoria colectiva, como son las dos temporadas de la serie “El interior de la Memoria”. Debido al marco institucional en el que funciona y por las bases fundacionales que marcan el camino de sus trabajos, el CPA imprime en todas sus producciones la necesidad y posibilidad de contar nuestra propia historia desde el Estado mismo, con la convicción de que la Universidad pública no sólo es transmisora de conocimientos sino productora de saberes y transformadora de la realidad, como una forma de pensar a la investigación y a la producción de contenidos desde la universidad pública.

Hoy, a 20 años del inicio de su rodaje y en el marco de la programación que la TV pública propone en la semana de la memoria, «Historias de Aparecidos» vuelve a la televisión de aire,  este jueves 24 a la medianoche, ni bien finaliza el noticiero.

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