PRENSA

En 2009, la Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas proclamó el 22 de abril como Día Internacional de la Madre Tierra, reconociendo que el planeta y sus ecosistemas son nuestro hogar común, y expresando su convicción de que es necesario promover la armonía con la naturaleza, en pos de un equilibrio justo entre las necesidades económicas, sociales y ambientales de las generaciones actuales y futuras.

Desde las prácticas es muy difícil ese equilibrio anhelado aunque la conciencia social respecto del uso de los recursos naturales cada vez crece. Aunque los derechos de la madre tierra, entendidos como tal,  cuestan que se materialicen  en legislación vigente. Pero no sólo ello sino entender que los seres que vivimos en la tierra, somos parte de ella, complemento necesario para el equilibrio.

Este es un año atravesado por una coyuntura que nos implica el derecho a reconocernos en nuestra identidad, la pregunta por nuestra pertinencia identitaria y por nuestras lenguas originarias en el Censo 2022, es histórico y transcendental para el proceso de recuperación de nuestras lenguas indígenas, de nuestras historias, de nuestras raíces y también  poder comprendernos desde nuestras cosmogonías.

Entonces cuando hablamos de respeto por nuestro ecosistema y los recursos naturales no solamente hablamos de lo que nos rodea sino de lo que somos parte, de nuestra propia vida y esencia del ser.

Es claro que también hay políticas de Estado desde el ambientalismo popular, sustentable que piensa en cambios de paradigma, respecto del cuidado de las personas, de la salud, pero es necesario que ese cambio pueda ser entendiendo al planeta tierra como nuestra madre tierra, dadora de vida y de cuidados de sus hijo/as.

Los ecosistemas son sustento de todas las formas de vida en la Tierra: y de su existencia, y su cuidado depende toda la vida, ser conscientes de cómo se explota la tierra también son formas de combatir el colonialismo y repensar sus formas crueles, que terminan siendo nuestra forma de subsistir, por ellos es necesario adoptar el paradigma del Buen vivir, donde pueda respetarse los derechos de la madre tierra.

Dirección de Pueblos Originarios “Emilia Uscamayta Curi”,  de la Facultad de Periodismo y Comunicación Social UNLP

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