Por Mariela Napolitano (*)
Cuando hablamos de la radio no podemos dejar de nombrar a los cinco pioneros que trasmitieron la primera transmisión radiofónica conocidos como “Los loco de la azotea”. Un 27 de agosto de 1920 este grupo de radioaficionados, denominados como Sociedad Radio Argentina, inauguraron la radiofonía en la Argentina.
El grupo estaba compuesto por Enrique Susini, César Guerrico, Luis Romero Carranza y Miguel Mujica. Equipados con un pequeño micrófono y un transmisor de escasa potencia, transmitieron la ópera Parsifal de Richard Wagner desde la terraza del Teatro Coliseo.
Las palabras de Susini fueron: Señoras y Señores, la Sociedad Radio Argentina les presenta hoy el Festival de Richard Wagner, con la actuación del Tenor Maestri, la Soprano argentina Sara César y el Barítono Rossi Morelli. Esta transmisión pudo ser escuchada apenas por un centenar de personas y es considerada la primera transmisión radiofónica completa de un programa de radio.
El 27 de agosto de 1968 la Sociedad Argentina de Locutores propuso instituir esta fecha como Día de la Radiodifusión Argentina. En 1970, durante el Gobierno de facto de Roberto Marcelo Levingston, se formalizó mediante decreto del Poder Ejecutivo Nacional.
La Radio, madre de los sentidos, mediante la palabra, la música y los silencios se adueña de una poderosa creatividad sin límites ni fronteras. Nos puede conquistar por la tonalidad, por la narración, por el contenido o por el cautivador silencio.
El primer encuentro con ella te marca el alma, ese partido de fútbol escuchando con tu abuelo, las noticias que te despiertan para ir a la escuela bien temprano junto con el olor a tostadas. O la música que suena fuerte con ese artista que tanto te gusta escuchar.
Es la creadora de imágenes en la mente, de sentimientos y emociones que produce con a través de su vibración compuesta porla música, la palabra y el silencio. Información, contenido, servicio, entretenimiento, ilusión, todo eso traducido en una sola palabra: compañía.
La Radio sigue siendo el medio más democrático de la palabra por excelencia, desde cualquier punto remoto del universo, tiene la capacidad de poder generar distintos relatos y situaciones, poniendo voz aquellos que aún no tienen. Desde un mega estudio o de una pequeña habitación con un micrófono, ahí está siempre parlante.
A través de los años, la radio sigue siendo el medio de mayor consumo, aún cuando la daban por muerta, cambió sus modos, transformó sus maneras derribando las fronteras de horarios y de lugares, mutó a otras plataformas para llegar a más personas, pero no ha perdido su esencia de ser la fiel compañera.
Sin importar de qué forma la radio está latente, generando risas, llantos e infinidad de momentos, relatos, historias, firme, dinámica, cambiante, pero presente!!! La radio hoy más viva que nunca alza su voz para ser escuchada siempre.
*Docente de la Facultad de Periodismo y Comunicación Social
