Por Francisco «Pancho» Niggli (¨*)

“Lionel Messi: un emblema de la fragilidad transitoria de la belleza humana.»
“Más allá de sus aciertos, la selección argentina no es confiable, aunque sabe reaccionar cuando está al filo; lo malo: el aire pendenciero que salió a la luz ante Países Bajos.»

Uno de estos párrafos pertenece a un diario argentino, el otro, a un medio inglés. A simple vista uno podría apostar su propia alma, sabiéndose inequívoco de cuál es cuál…pero, como dijo el escritor Ralph Emerson “la vida es una serie de sorpresas”.

La Nación, junto a su socio Clarín, ha tenido, en los últimos días de este Mundial 2022 una mirada a contramano de la del pueblo argentino: “Lionel Messi: el futbolista extraordinario no pudo contener al hombre vulgar” asegura el diario porteño luego del partido de nuestra selección ante el conjunto de los Países Bajos. Mientras millones de argentinos y argentinas gritaron, cantaron, saltaron, bailaron y lloraron de emoción, algunos pocos se quisieron despegar de esas demostraciones de emociones tan populares.
Vulgar deviene de vulgus, describe a la muchedumbre, al pueblo, a las masas, al populacho, la antítesis de lo selecto, lo refinado, lo especial…eso que La Nación siempre representó desde sus inicios.

Clarín le hace el aguante y titula: “El genio enojado, la nueva faceta que reveló Lionel Messi. Cuando termine el partido con Croacia, la Argentina habrá caminado el Mundial sin enfrentar a campeones”.
Hay que bajarle el precio a una selección que llegó campeona de América a Qatar. Hay que vallar la alegría del pueblo, algo que Horacio Rodriguez Larreta, Jefe de Gobierno de CABA lo hizo, literalmente, en el obelisco; hasta pareciera que los medios porteños y el posible candidato de Cambiemos a la presidencia, van de la mano en esa cuestión de atacar lo popular.

En el deporte y en la política siempre jugarán en contra del pueblo, no quieren nuestra felicidad, ni la de quienes nos permiten soñar. A Diego lo atacaron, siempre, aun cuando ya no puede contestarles. A Lio, cuando no lograba un campeonato o ahora, que está cada vez más cerca de su sueño y el nuestro.

En el otro campo, Cristina es la protagonista, sin ninguna duda, de los artículos periodísticos de La Nación y Clarín. El mecanismo negativo, será siempre el mismo porque el objetivo es idéntico: erosionar la imagen de los íconos populares. Decía Jauretche: “El arte de nuestros enemigos es desmoralizar, entristecer a los pueblos. Los pueblos deprimidos no vencen. Por eso venimos a combatir por el país alegremente. Nada grande se puede hacer con la tristeza.”

Ellos son los fieles representantes de una minoría y el periodista Diego Mancusi los describió de una forma perfecta, refiriéndose a los periodistas antiselección: «Esto, por ejemplo, sólo lo pueden escribir dos tipos de personas: los que les tirás una pelota y la agarran con la mano y los que odian el país en el que viven porque los domina un aspiracional de perfección blanca, europea y de clase alta».

(*) Profesor de Medios, Comunicación y Deporte. Cátedra III.