A diferencia del relato del gobernador Gerardo Morales y los medios hegemónicos que lo apañan, en Jujuy el pueblo está en las calles.

Nuevamente los docentes han iniciado y encabezado las demandas y la lucha. Desde hace quince días vienen llevando a cabo un plan de lucha con marchas y paros. La respuesta del gobernador ha sido la misma que en su momento utilizó contra Milagro Sala: amenazas, represión policial, sanción por contravenciones y detenciones arbitrarias.

Pero no hay sólo, un reclamo salarial docente: Morales, como un verdadero señor feudal que cree que su palabra es ley, ha impulsado y hecho aprobar una reforma constitucional de espaldas al pueblo de la provincia. Reforma que carece de legitimidad popular y es, además, claramente anticonstitucional.

La reforma prohíbe el derecho a la protesta, entrega la soberanía de los recursos naturales al favorecer las inversiones extractivistas, elimina las elecciones legislativas cada 2 años y propone una educación de contenidos curriculares que promueven la aceptación de un modelo dependiente de extracción y saqueo de los recursos naturales, en especial el estratégico del litio.

Durante estas semanas, los docentes salieron a las calles todos los días y se manifestaron en diferentes localidades de la *Provincia de Jujuy. Las calles son testigos de la solidaridad de otros sectores y del pueblo en general. Muchos estudiantes de la Universidad se han sumado a las vigilias, clases públicas y movilizaciones.

La mayoría de los gremios de la provincia, docentes, salud, trabajadores del estado y sectores privados (entre ellos el sindicato de los obreros de la azúcar del ingenio Ledesma) participan de marchas en las que se sumaron más de 40000 trabajadores. Muchos llegaron desde diferentes regiones de la provincia a pesar de los aprietes policiales en las rutas.

Las comunidades originarias de Jujuy han iniciado una nueva fase de la lucha por anular esta nueva constitución que limita sus derechos ancestrales, políticos y sociales. Desde Purmamarca hasta la Quiaca, las comunidades se vienen organizando en protesta por el intento de cercenar sus derechos y los de todo el pueblo jujeño.

La respuesta de Morales no nos sorprende, pero nos preocupa: con el ejemplo previo de lo acontecido con las/os lideres sociales como Milagro Sala, sabemos que la respuesta de Morales será – como viene siendo- una represión descarnada.

La Facultad de Periodismo quiere expresar su solidaridad con el pueblo jujeño, el repudio a la violenta represión ordenada por el Gobernador Morales que ya ha dejado heridos de bala, detenciones arbitrarias y personas de las que no se sabe su paradero.

No es aceptable que, a cuarenta años del retorno democrático, la respuesta a los reclamos pacíficos de la población sean la represión, el castigo colectivo o la prisión.

Pedimos el cese de la represión, la liberación de todxs lxs detenidxs y la apertura de un ámbito de escucha y solución de las demandas populares.

*Foto de portada: captura de video de redes sociales