Por Zulema Enriquez*
En el año 2010 fue modificado el nombre de “Día de la Raza” por “Día de la Diversidad Cultural Americana” promoviendo esta fecha como un día de reflexión y diálogo intercultural acerca de los Derechos Humanos de los pueblos originarios, construyendo una sociedad más justa y democrática, un espíritu emancipador por aquellos tiempos, parecía querer construir nuevos sentidos.
Los cambios simbólicos son políticos, el modo de llamarnos y recordar fechas con nuevos sentidos, forman parte de un proceso histórico que adeuda mucho a los pueblos originarios. Pero los derechos no sólo necesitan ser enunciados sino ejercidos y sobre todo respetados. Este año fue un tiempo duro para ese respeto a la diversidad cultural en la Argentina.
El asesinato del Ismael Ramírez, el niño qom en Chaco en un supuesto saqueo, fue uno de hechos más dolorosos para uno de los pueblos más silenciados. La extradición del lonko Facundo Jones Huala a Chile y la decisión de la Justicia que viola los derechos de una persona llevada dos veces a juicios por el mismo hecho en breve tiempo, también evidencia la violencia del poder estatal.
La misteriosa muerte de Silverio Enriquez, el hermano wichi en Chaco y la denuncia de su comunidad por la defensa del territorio ante los terratenientes es otro caso de deudas históricas del Estado. La estigmatización y criminalización cultural a través de la detención de José Luis Zurita Delgadillo, un estudiante de la UNLP, hijo de bolivianos y detenido por comprar hojas de coca, desconociendo que forma parte de la cultura ancestral de los Pueblos andinos, también es un atropello a la cultura.
Estos son sólo algunos de los casos que este año marcaron aún más las venas y heridas abiertas que un día Galeano nos supo explicar tan bien, que tenemos los Pueblos de la Abya Yala, de la América morena, india, negra, afro, villera, campesina, urbana.
Nuestras identidades están en constante transformación, asumiéndonos en desafíos y en nuevo mapas políticos, cada más complejos para los pueblos originarios. Cómo pensar políticas desde el Estado para los indígenas, si los propios organismos responsables de llevarlas a cabo están siendo desguazados, el Inai (Instituto Nacional de Asuntos Indígenas), no ejecuta su presupuesto, los trabajadores son despedidos y muchas áreas dejaron de funcionar, sobre todo las que tenían que ver con trabajar en los territorios en las provincias.
Durante muchos años el 12 de octubre fue celebrado como el Día de Raza. Desde la construcción del Estado Nación argentino la idea de la civilización vs. barbarie y después la consigna del encuentro de dos mundos y culturas, fueron parte de la historia que se nos enseñó. Historia que invisibilizó y marginó a los pueblos originarios. Legitimando un relato, una identidad y una sociedad producto del “crisol de razas”, blanca, de orígenes europeos negando la identidad indígena y borrándola del mapa social y político.
Conmemorar un 12 de octubre como un día de reflexión y sobre todo de reivindicación de nuestros derechos, no deja de ser nunca político. Como cada 12 de octubre marcharemos por las calles, con nuestras banderas, con nuestros cantos, se realizará una coqueada masiva frente al Congreso de la Nación, mostrando nuestra cultura. Nuestros reclamos se hacen visibles, las consignas no olvidan a lxs hermanxs muertos, a Rafael Nahuel, a Javier Chocobar, Santiago Maldonado y tantos más.
Las mujeres harán oír sus voces como Juana Azurduy, hoy emblema de homenaje, que esta Facultad supo hacerla referente a través del premio a las mujeres que luchan.
Las mujeres pediremos que el 33° Encuentro Nacional de Mujeres que se realizará en Trelew este fin de semana, pase a llamarse Encuentro Plurinacional, porque el feminismo es de construirnos machistas y colonizadas para ser feministas.
Los desafíos son grandes, las políticas del Estado cada vez más dura, criminalizando a otro cultural como los pueblos originarios, pero la lucha siempre es la misma y la resistencia lleva 526 años y no claudica.
Jallalla
*Dirección de Pueblos Originarios «Emilia Uscamayta Curí»
