12 de diciembre de 1973 Perón

PRENSA

Por Guillermo Clarke*

En 1955 la alianza golpista cívico militar optó seguir el plan de Aramburu y Rojas para “extirpar el cáncer del Peronismo de la sociedad argentina” que implicó, no sólo el derrocamiento de Perón y su gobierno, sino también el intento de asesinarlo, primero el 16 de junio con el bombardeo a la Casa Rosada y adyacencias y, luego, con la persecución por parte de grupos comandos en el itinerario de su exilio.

Simultáneamente el Decreto 4.161 prohibió la sola mención de su nombre como también el de Evita, cuyo cadáver fue profanando, secuestrado y desaparecido. Estas acciones brutales fueron acompañadas por una profusa tarea pedagógica desde el Estado y los medios de comunicación, dedicada a la demonización del peronismo y sus líderes.

Los fusilamientos, encarcelaciones y proscripciones  fueron aplicadas en distintas dosis en entre 1955 y 1973 por las dictaduras y las “democracias” cómplices, como lo fuera la presidencia de Arturo Frondizi quien  anuló las elecciones provinciales de 1962 en las quetriunfaron los candidatos peronistas, o la de Arturo Illia quien articuló junto a la dictadura del Brasil la prohibición de pisar suelo argentino para Juan Domingo Perón en 1964, obligándolo a retornar a Madrid desde Río de Janeiro.

Resulta tentador un análisis contra fáctico y suponer que, de no haber existido esta arbitraria interferencia por parte de presidentes cuyo origen carecía de legitimidad y sobre todo de votos propios, el reencuentro entre Perón y el pueblo argentino hubiera ocurrido cuando el país era otro, el General era más joven, todavía no se había instalado la dictadura de Onganía ni se habían constituido las organizaciones armadas. Pero la historia fue otra. Perón no pudo volver a pisar el suelo argentino hasta el 17 de noviembre de 1972 y no pudo ser candidato a presidente en las primeras elecciones libres en 19 años, a las que se llegó por la crisis económica, política y social, en que la dictadura cívico militar había sumido al país y el amplio movimiento opositor, movilizado y radicalizado que la enfrentó. 

El “luche y vuelve” fue pasando de las pintadas callejeras a los hechos y el peronismo pudo presentarse a las elecciones en 1973; la traba impuesta por la dictadura a Perón para acceder a la candidatura fue resuelta con la fórmula del Frente Justicialista de Liberación Nacional Cámpora-Solano Lima y un slogan rápidamente se instaló en el pueblo: Cámpora al Gobierno Perón al poder.

El 73 comenzó con el triunfo de Cámpora y una primavera en el otoño, que duró 49 días y finalizó tras el aterrizaje fallido del avión que traía a Perón a la Patria definitivamente. En el aeropuerto de Ezeiza se produjo una emboscada, para los sectores de la tendencia revolucionaria, a manos de los grupos comandados por el Ministro de Bienestar Social José López Rega.

Al día siguiente comenzó el invierno, Cámpora renunció, la sola presencia de Perón en el país, sumado la ausencia de restricciones legales a su candidatura, hicieron inevitable su postulación que bajo la fórmula Perón-Perón, que incluía en segundo término a su esposa María Estela Martínez, fue aclamada por el voto popular con el 62 % de los votos. Juan Domingo Perón asumió la presidencia de la Nación el 12 de diciembre de 1973 con 78 Años, y la salud quebrantada. Apenas siete meses después, y en una Argentina donde el tiempo parecía correr más rápido que lo esperado hacia el abismo, Perón fallecía en su Patria y junto a su pueblo.

*Historiador y profesor de la Facultad de Periodismo y Comunicación Social de la UNLP

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