DERECHOS HUMANOS

Por Zulema Enriquez*

El 5 de septiembre de cada año conmemoramos el Día de la Mujer Indígena, en homenaje a Bartolina Sisa, dirigente aymara que lideró la sublevación indígena contra la corona española; asesinada el 5 de septiembre de 1782.  La historia poco que nos dice, es que ella, como Micaela Bastidas y Juana Azurduy, esposas de grandes líderes indígenas, Tupac Amaru y Tupak Katari se destacaron por luchar contra la opresión junto a sus maridos, en la sublevación andina en el Alto Perú.

¿Pero cuánto sabemos de su historia? ¿De lo que contribuyeron a la gesta de la liberación de las colonias? Podríamos decir que la historia también es patriarcal, las lideresas mujeres son poco recordadas y mencionadas en ella. Con el devenir de los tiempos hay una reivindicación de sus memorias y  narrativas, que para que sean transformadoras deben hacerse desde la educación formal e institucional, entendiendo que la educación siempre es emancipadora.

Hay un común denominador en ellas, como pelearon y defendieron a su Pueblo, como se les arrebataron y asesinaron a sus hijes, como vieron morir a sus maridos, como fueron torturadas y violentadas desde el poder de la corona, imperial, racista y machista. No era posible que se les enfrentaran mujeres indias, mestizas, que pelearan a la par de los soldados y que además fueran lideresas capaces de comandar ejércitos y disputar estrategias que los destruyeran. Mujeres, indias y libertarias, el poder no las dejaría en paz, hasta que con sus vidas lo combatieran.

Mujeres que rompieron los moldes, mujeres  que desafiaron el poder, mujeres que hacen historia. Si nos situamos en la actualidad podemos pensar en muchas hermanas que en la cotidianidad lo desafían todo, sus destinos y legados,  de las primeras que se nos viene a la memoria es Milagro Sala, mujer, kolla, pobre, de los barrios populares desafiando la historia, organizando comunidad y haciendo política, transformando su vida en la lucha  de muches hombres, mujeres, niñes, e identidades disidentes, simplemente dando esperanzas y posibilidades de una vida más igualitaria, más justa. Pero el poder sigue siendo el poder y  hoy Milagro esta presa, por persecución jurídica, política y mediática. Le robaron la libertad pero nunca su heroísmo.

Si pensamos en las madres que todo lo dan, no podemos dejar de mencionar a Isabel Huala, mamá del lonko Facundo Jones Huala, hoy detenido en Chile. Nuestra madre mapuche, la que le pone el cuerpo a todas las luchas y se solidariza con ellas. O las mujeres indígenas (y no indígenas) e identidades disidentes que desde sus cosmogonías le pelearon al feminismo hegemónico, en lo que era el Encuentro Nacional de Mujeres, transformándolo en el Encuentro Plurinacional de Mujeres, trans, travestis, lesbianas, bisexuales y no binaries, porque aquello que no se nombra no existe.

Pero cuando hablamos de indígenas no hay que irse solo al norte andino o al sur mapuche, basta con mirar a nuestro alrededor y allí están las mujeres indígenas, las que son productoras frutihortícolas de la tierra del gran La Plata y que producen el alimento que comes cada día, o las hermanas qoom que te venden artesanías en plaza Malvinas o que se encargan cada semana de la olla popular del barrio,  o  las hermanas trans y travestis indígenas que son doblemente discriminadas por su condición identitaria, basta con mirar nuestros pasillos de nuestra Facultad, esos  donde reía y militaba Emilia UscamaytaCuri, que se fue pero nos dejó una madre,  luchadora inmensa como Eugenia Curi, mujer quechua, que con amor y humildad nos enseña a transitar con fortaleza por las injusticias.

Quizás la historia siempre va a seguir siendo injusta o quizás no y sea nuestra responsabilidad transformarla, hacer reparación con ella, cambiar paradigmas. Será que estamos invitades a ser protagonistas de escribir la historia que queremos, donde todes seamos reconocides, donde seamos Guerrerxs del arco iris.

Jallalla!!

*Directora de la Dirección de Pueblos Originarios “Emilia Uscamayta Curi” de la Facultad de Periodismo y Comunicación Social de la UNLP.

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