Está conformado por un equipo interdisciplinario que acompaña, interviene, deriva oportunamente y realiza seguimientos de casos de violencia de género. Desde este espacio además se da aplicación efectiva al Protocolo y Programa Contra la Violencia de Género de la Universidad Nacional de La Plata. Adherimos a la Ley Micaela. Descargá acá la Resolución 5792-19 de Licencia por violencia de género.

Protocolo contra la violencia de género UNLP
Programa contra la violencia de género en la UNLP
Resolución 5792 – 19 de Licencia por violencia de género
Ley Micaela

Espacio para reflexionar acerca de las masculinidades
Coordinadores: Ariel Sánchez y Vicente Garay

Un dispositivo implementado por la Secretaría de Género de la Facultad de Periodismo y Comunicación Social de la Universidad Nacional de La Plata para trabajar con varones que hayan sido denunciados en el marco del protocolo contra la violencia de género de la Universidad.

Esta herramienta busca dar una respuesta integral a la violencia de género en el ámbito universitario y no es pensada de forma aislada, sino que está acompañada por una asistencia y un acompañamiento a las víctimas realizada por la misma área.
Desde este lugar, se entiende a la violencia como una práctica que se aprende y se reproduce por una sociedad fundada en lógicas patriarcales y por lo tanto puede ser desaprendida. De esta manera se despatologiza a aquellas personas que ejercen violencia y se busca brindar aportes para la deconstrucción de dichas prácticas.

En coincidencia con lo expresado en la Ley 26.485 de protección integral de las mujeres, es importante que desde las instituciones se promuevan todas las herramientas para deconstruir los discursos y las estructuras sociales que permiten la profundización de las violencias.

De este modo, pensamos a la erradicación de la violencia desde un enfoque preventivo, buscando dar respuesta a una problemática social para construir vínculos basados en la igualdad y la no discriminación.

El desafío de pensar las masculinidades no hegemónicas desde una institución educativa parte de la necesidad de desaprender las cargas y significados impuestos históricamente al “ser varón”, dando lugar a la reflexión y a la construcción de sujetos políticos conscientes de sus derechos y responsables en sus vínculos sociales.