PRENSA

Por Rodolfo Carrizo*

El 10 de Junio se reconoce como el Día de la Afirmación de los Derechos Argentinos sobre las Islas Malvinas, Georgias del Sur, Sandwich del Sur, el sector Antártico Argentino y los espacios marítimos circundantes. Con este encabezado muchos medios mencionarán este día remitiéndose a una mirada histórica, y su correspondiente significancia, seguramente  habrá quienes realicen alguna interpretación política de la su valor jurídico y de la fecha que la misma representa. Sin embargo, la trascendencia de conmemorar este día desde una perspectiva soberna implica poner en valor el contenido de su texto, y de pensar que estamos afirmando los considerando de la declaración como un principio que se ratifica en muchos tratados y declaraciones referidos al sentido de la unidad territorial soberana.

 Ahora bien lo que deberemos considerar que esta reafirmación de derechos  tiene sentido jurídico y político porque nuestro país vive un conflicto con el Reino Unido desde 1833, conflicto de límites, (aunque más de 12.000 km nos separan) que a lo largo de la historia se ha verificado con diferentes momentos de tensión, incluido el conflicto armado de 1982. Esta crisis histórica hace imperativo volver hacer esta reafirmación dándole  re significación  estratégica  en momentos donde la crisis del sistema capitalista pareciera entrar en un estado de agotamiento como modelo de referencia, de hegemonía económica y cultural. La crisis que se generó producto de la pandemia puso en evidencia que nada de lo que le sucederá al planeta y a los estados no estarán al margen ni ajeno de las decisiones que adopten sus gobiernos donde cada medidas estarán sometidas a un nuevo momento de la geopolítica y el impacto que la misma tendrá en cada una de las naciones y personas.

A nuestro país, que tiene una gran espacio territorial y marítimo con una inmensa  biodiversidad natural y de grandes riquezas en bienes estratégicos, los efectos de las nuevas tensiones mundiales no le serán exentos, lo cual nos obliga a comenzar a repensarnos como Nación y definir el destino como Nación soberana.

Debemos saber y ser plenamente conscientes que nuestra territorialidad como nuestro mar nos pueden brindar una oportunidad de resolver problemas que padecemos amalgamados como un Karma en una vieja estructura agro exportadora  que provoca altísimos niveles de desigualdad social, hambre y falta de trabajo. Esta afirmación es importante repasarla  en cifras para que estas afirmaciones las podamos comprender, para que la idea no sea un eufemismo donde  la necesidad de construir políticas de Estados supere la temporalidad de un gobierno generando un nuevo modelo de desarrollo económico y trasformación de la cultura dependiente condicionada por el colonialismo financiero.

El ingeniero Hugo Robert, ex combatiente de Malvinas y vicepresidente del Cecim, días atrás señalaba que es incompresible el hambre en la Patria, que debemos prestar mucha atención al mar, a nuestro Atlántico Sur, a nuestras Islas Malvinas y de manera enfática marcaba estas anomalías del sistema económico que nos rige: Sin contar las flotas que pescan ilegalmente en torno a Malvinas ni las que lo hacen en la milla 201- descartan 1.000tn diarias de pescado aproximadamente. Los cálculos de los más optimistas indican que 300.000tn de la mejor proteína animal (solo comparable desde el punto de vista nutricional con la leche materna) son descartadas por año en nuestro mar para comida de peces mayores y aves por pesqueros de bandera Argentina. 300.000tn son 300.000.000 kg = 300.000.000.000 gr. Cada porción de pescado se calcula en 250 gramos. Dividiendo nos da 1.200.000.000 (Mil doscientos millones de porciones), que divididas por 365 resulta  3.287.671 de personas comiendo TODOS LOS DÍAS la mejor proteína. Lo que significaría una mejora a futuro en salud de la población. Podemos discutir aquí el número final acerca de cuantos argentinos podrían comer del mal llamado Descarte. Sea el número final al que arribemos, es obsceno”.

La flota de mar argentina debe ser repensada, debe ser parte de una política de Estado que proteja el derecho humano a la alimentación y la soberanía alimentaria. La reafirmación de derechos soberanos sobre los territorios usurpados son más que nunca necesarios y hay que consolidarlos, sabiendo que las apetencias del imperialismo Británico crecerán en función de sus necesidades de sobre existencia.

Conmemorar debe implicar debatir ideas, promover un nuevo modelo que desarme el modelo hegemónico de concentración de poder, y nos permita desconectarnos de los modelos de dependencia que profundizaron los problemas del hombre y la naturaleza.

Nuestro sector antártico padece de las misma amenazas, es cada vez más impactante la presencia de bases británicas que con una modalidad diferente a la militar  acrecientan su presencia con inversiones millonarias en libras esterlinas aplicadas en la investigación científica, inversiones en barcos y puertos y un plan que abarca las Georgias y Sándwich del Sur en zonas de mejor acceso, recordemos que el Reino Unido tiene pretensiones sobre nuestros sector Antártico y el Chileno, donde los avances bajo la modalidad científica fueron favorecidos por el acuerdo del gobierno de Macri conocido como Foradori-Duncam. .

El 10 de Junio es un día importante por su historia, por la ratificación política que el estado democrático de 1973 lo validó en un acto de soberanía política, le corresponde al actual Gobierno abrir los debates que consoliden un paradigma de Nación que se piense mas allá de un periodo de gobierno generando las condiciones para dar por terminado con aquellos tratados que nos condenan a la dependencia económica, y la fractura territorial y marítima.

*Presidente del Cecim La Plata y docente del Seminario Malvinas Comunicación y Nación de nuestra casa de estudios.

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