GÉNERO

Hace 6 años, el 3 de junio del 2015, miles de mujeres y disidencias salimos a las calles a gritar que paren de matarnos. Los casos de violencia de género potenciados y el brutal femicidio de Chiara Paez tuvo como resultado la organización popular de miles de mujeres y disidencias que se autoconvocaron en Plaza Congreso, y diferentes plazas céntricas del país, para pedir políticas públicas que puedan contrarrestar el incremento de casos de femicidios y casos de violencia de género.

Chiara tenía 14 años al momento de su desaparición. Luego de salir con unas amigas les contó que iba a encontrarse con Mansilla. La mañana del Domingo siguiente al 10 de Mayo la familia denunció su desaparición y tras la búsqueda de familiares, amigxs y vecinxs de la ciudad de Rufino, Provincia de Santa Fé, encontraron su cuerpo en la casa de su femicida.

La magnitud de este evento fue un antes y un después para la sociedad: los movimientos feministas se expandieron por toda Latinoamérica y logramos visualizar múltiples desigualdades de nuestra realidad,  producto del sistema patriarcal y machista que habitamos.

Fuimos encontrándonos, aprendiendo y discutiendo diferentes problemáticas que nos atraviesan. Nos enojamos y lloramos por cada piba asesinada, por cada travesticidio y su invisibilización. Potenciamos demandas históricas como lo fue la legalización de la interrupción voluntaria del embarazo, La Ley de Equidad en la representación de los géneros en los servicios de comunicación, la ley por el cupo laboral trans, La ley Micaela o de Capacitación Obligatoria en Género para todas las personas que integran los tres poderes del Estado, por nombrar solo algunas.

Las mujeres siguen siendo la población más afectada por la pobreza, y siguen percibiendo un 29% menos que los hombres por el mismo trabajo, para el colectivo trans el acceso a un trabajo tanto registrado como no registrado es algo muy difícil de conseguir. Así fue como desapareció Tehuel, un chico trans que fue visto por última vez el 11 de marzo cuando fue a una entrevista laboral.

Según el último informe publicado por la Oficina de la mujer que corresponde a la Corte Suprema de Justicia de La Nación e informa sobre los casos de femicidios ocurridos durante el 2020, una mujer es asesinada cada 35 horas. Y en el 85% de los casos los femicidas conocen o tienen un vínculo previo a quienes luego terminan asesinando. 

La violencia contra la Mujer constituye una violación continua a los Derechos Humanos afectando la autonomía y la dignidad de las mismas. Sostenemos que la problematización sobre la violencia en la sociedad nos lleva a una discusión más profunda sobre las desigualdades propias de un sistema que se caracteriza por excluir y fragmentar. Con lo cual es necesario seguir cuestionando los dispositivos sociales y culturales que refuerzan estructuralmente las desigualdades entre los géneros se convierte en una tarea fundamental de toda la comunidad política, académica, y social comprendiendo que las posibilidades de construir relaciones de igualdad entre los sujetos se dan en el marco de la profundización y construcción de procesos políticos populares.

Este Ni Una Menos nos encuentra preguntándonos ¿Dónde está Tehuel? Quien lleva casi 3 meses desaparecido. Y en el nombre de él, el de todas las personas trans desaparecidas y que injustamente su búsqueda es invisibilizada por los medios de comunicación hegemónicos, que continúan generando instancias de violencia política y mediática hacía mujeres y disidencias.

Este Ni Una Menos nos volvemos a encontrar para seguir pidiendo justicia por aquellas mujeres y disidencias asesinadas dentro de un sistema machista y patriarcal. Aún cuando la pandemia no nos permita salir a las calles como cada año resulta fundamental que sigamos visibilizando las violencias de género, trabajando para garantizar los derechos de todes y militando para construir un mundo más justo, diverso, feminista y popular.

Secretaría de Género de la Facultad de Periodismo y Comunicación Social de la UNLP.

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