DERECHOS HUMANOS

Aniversario del fallecimiento de Adelina Dematti de Alaye

Adelina Ethel Dematti, viuda de Alaye, nació en Chivilcoy el 5 de junio de 1927. Se formó como docente en la Escuela Normal de aquella ciudad, en 1946. En 1952, se casó con Luis María Alaye, con quien tuvieron dos hijos, Carlos Esteban y María del Carmen.Fue una de las precursoras del grupo fundador de las Madres de Plaza de Mayo de La Plata durante la última dictadura, y participó de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos de La Plata (APDH).

El 5 de mayo de 1977 en Ensenada, fue secuestrado en la calle, su hijo Carlos Esteban, que era dirigente de la Unión de Estudiantes Secundarios (UES), mientras andaba en bicicleta. Sus secuestradores  estaban  vestidos de civiles. “Mi hijo militaba en Montoneros, trabajaba en una tornería en Berisso y estudiaba psicología. Ya había tenido problemas años antes en el (colegio) Normal 3.  A seis días de recibirse a él y a varios más los dejaron libres. Yo me enteré después, que cuando cayó el presidente Salvador Allende en el 73, cinco de ellos fueron  a hablar con la directora para decirle que iban a ir a Chile a apoyarlo y a pedirle que no les pasaran las faltas. Ahí los empezaron a marcar. Después que los echaron se pasó a una nocturna y ahí se recibió. En el 74, en la primavera de Cámpora, empezaron la lucha por el boleto escolar. Había salido delegado. Cuando se lo llevaron vivía en Ensenada con su mujer que estaba embarazada”, recordaba Adelina en una entrevista.

Un  vecino de Carlos, que era abogado y vivía en la misma cuadra  de Ensenada, le contó a Adelina lo que vio. Ese día habían estado  tres tipos en la calle simulando arreglar un auto. Carlos venía en la bicicleta cuando lo pararon. Él  hizo un gesto como que no sabía o no tenía, como si le hubieran pedido cigarrillos o algo. Cuando quiso seguir le dispararon y cayó. Después lo cargaron en un camión y se lo llevaron.

Luego de la desaparición de su hijo, Carlos Esteban, Adelina empezó su búsqueda llevando una cámara de fotos  a todas partes. Así se la conoce  como «la madre fotógrafa». Más de mil doscientas fotografías retratan desde su mirada, la historia de una y miles de búsquedas como la suya. En el archivo se encuentran cientos de fotografías de marchas, reuniones y represiones militares. Todas tomadas a escondidas con una cámara familiar y que hoy son fuente de consulta para la Justicia y para el público en general.

Por su activa labor recopilando gran cantidad de documentación llegó a tener uno de los archivos más completos sobre aquel período oscuro, que fue declarado por la Unesco, en agosto de 2007, como Patrimonio de la Memoria del Mundo. “Cada papel, cada documento, cada trámite que tenía que hacer, guardaba una copia. Porque yo decía: ´Cuando él venga, que vea qué pasó mientras no estaba, que no lo olvidamos`. Yo empecé a juntar la memoria para mi hijo. Y un buen día me di cuenta que no, que no era así”, relató en una entrevista con los ojos llenos de lágrimas.

Tenía  el garaje de su casa lleno de cajas clasificadas con miles de documentos, expedientes judiciales, cartas, fotografías y recortes de diarios. Todo fue donado al Archivo Histórico de la provincia de Buenos Aires, Ricardo Levene, en La Plata. La documentación incluye una investigación detalladade 1.635 fojas en la que se detallan los ingresos de cadáveres en el cementerio de La Plata. También sobre  los médicos que firmaron actas de defunciones de desaparecidos como N.N. Cada vez que tuvo la oportunidad, Adelina lo denunció en la justicia.

La viuda de Alaye comenzó a buscar en los registros del Cementerio para saber  el  destino de su hijo. Esa investigación le permitió identificar el circuito morgue-policial-cementerio de La Plata, como uno de los mecanismos ocultos que desempeñaba el  terrorismo de Estado. Adelina aseguraba que “la firma de los médicos resultó un eslabón imprescindible para que los genocidas siguieran matando gente”. Pudo echar luz sobre una aberrante práctica que en los años de plomo tuvo lugar en el Cementerio de La Plata, protagonizada por médicos de la morgue, que firmaban como NN los certificados de defunción de desaparecidos. El material quedó plasmado en el libro «La marca de la infamia. Asesinatos complicidad e inhumaciones en el cementerio de La Plata», presentado en 2014.

En 2009 el Consejo Superior de la UNLP aprobó distinguir con el título de Doctor Honoris Causa de la Universidad a la Madre de Plaza de Mayo de La Plata, Adelina Dematti de Alaye, en reconocimiento a su compromiso y larga  lucha por la defensa de los derechos humanos. También fue galardonada por otros ámbitos, en 2009, recibió del Congreso Nacional la distinción “Mayores Notables Argentinos”;fue declarada Ciudadana Ilustre en su Chivilcoy natal y de la Legislatura de la Provincia de Buenos Aires. Se desempeñó también, como subsecretaria de Derechos Humanos de la Municipalidad de La Plata, en dónde el 25 de marzo de2015, le fue entregada una distinción por su trabajo ejemplar por los Derechos Humanos.

Uno de los recuerdos más destacados de su lucha fue el del Centenario de la ciudad de La Plata: “A la mañana venía Bignone. En la plaza Moreno habían puesto palcos y nosotras actuábamos como señoras gordas que íbamos a saludar al presidente. Nos hacíamos las mosquitas muertas. Teníamos escondida una pancarta grande que decía ‘con vida los queremos’. Le compramos todos los globos al vendedor de la plaza y un muchacho que estaba con la mamá los ató a la pancarta. Nosotras no teníamos pañuelos ni nada. Empieza el tipo a subir la escalera y soltamos la pancarta y nos pusimos los pañuelos. ¡Imaginate!”.

En base a sus investigacioneslogró descubrir que Carlos fue visto malherido por otros detenidos en el centro de detención conocido como “La Cacha”. Militó hasta el fin de sus días yfalleció el 24 de mayo de 2016, a los 88 años. Tenía problemas de salud y debía hacerse transfusiones de sangre todas las semanas.

El Archivo de Adelina Dematti de Alaye fue fundamental, no solo  para la comprensión histórica y para el esclarecimiento judicial de los hechos cometidos por el terrorismo de Estado durante la última dictadura cívico-militar-eclesiástica. Sino que también enarboló la lucha de las Madres porla memoria, verdad y justicia,  aportando pruebas a  diversas causas de delitos de lesa humanidad, levantándose contra las políticas de silencio y olvido, e impulsando  los Juicios por la Verdad.

Hoy se la recuerda como  una guerrera  irrenunciable yluchadora activista por la defensa de los derechos humanos. Pero fundamentalmente, por ser una investigadora exhaustiva de la verdad, que  denunció crímenes de lesa humanidad, para dejarnos sus registros como legado y patrimonio de la memoria colectiva, con la finalidad de que realmente exista justicia y unindestructible: “Nunca más”.

A continuación presentamos la entrevista a Adelina Dematti de Alaye que fue parte del proyecto Abuelas y Madres de Plaza de Mayo. Relatos del futuro, realizado por docentes y estudiantes de la Facultad. (https://www.youtube.com/watch?v=0KTcU4AP230)

Secretaría de Derechos Humanos de esta casa de estudios.

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