personas de pueblos originarios con banderas y tocando el didgeridoo

DERECHOS HUMANOS

Por Zulema Enriquez (*)

En Argentina, como en otros países latinoamericanos, se estableció cada 12 de octubre como el “Día de la Raza”, en consonancia con la celebración española. Pero en el año 2010 un decreto de la entonces presidenta Cristina Fernández de Kirchner transformó algo que se venía gestando desde hacía tiempo y ese día –en el que se festejaba “la Raza”- pasó a convertirse en el “Día del Respeto a la Diversidad Cultural”, una denominación más acorde con las disputas políticas e ideológicas del contexto latinoamericano.

Las transformaciones simbólicas de sentidos nos permiten poner en valor culturas que históricamente fueron invisibilizadas y por las que muchxs se avergonzaron, pensar políticas pluriculturales desde la descolonización permite cambios profundos para combatir prácticas de racismo y la discriminación.

El fortalecimiento y recuperación de las lenguas originarias es fundamental. La Universidad pública tiene un rol fundamental en ese sentido, nuestra Facultad de Periodismo y Comunicación Social de la UNLP desde el año 2014 crea la Cátedra de Idioma Originario, dentro de la curricula obligatoria  de las carreras, convirtiéndose en unidad académica que incorpora los saberes ancestrales de los docentes indígenas. Compartimos algunos relatos de lxs profesores que nos trasmiten su sentir en este día de reflexión y lucha.

Suyana Panay, profesora de lengua quechua

El pueblo quechua reconoce que Pacha (tiempo-espacio) se manifiesta circularmente, en ciclos. Los abuelos y abuelas de nuestra cultura hablan de períodos de 500 años en los que se manifiestan luz y oscuridad alternadamente. Por esto, ellos bien conocían la importancia del 12 de octubre de 1992, momento en el que produjo un quiebre a nivel continental, en el que se comenzó a manifestar un nuevo Pachakuteq o «tiempo-espacio que retorna» trayendo luz sobre los procesos más oscuros signados por el genocidio iniciado cinco siglos atrás. Ante la voz monolítica que celebraba el día de la hispanidad, millones de hermanos y hermanas originarias desde todos los territorios comenzaron a levantar sus voces, sus saberes, sus relatos, sus ciencias y cosmoviviencias.

El camino de la descolonización es largo y no es de noche a la mañana, pero es un compromiso que debemos afrontar colectiva e individualmente en todos los aspectos de la vida: desde como vemos nuestra propia historia, hasta como ejercemos nuestras profesiones.      

Yuriqe rimallwikunanchista yuyakuspa kay Qhapaq ñañta puririsunchis mana mayk’aq mitma kananchispaq.  Que recordando nuestros idiomas originarios caminemos este camino de la riqueza espiritual para nunca más ser colonia.

Verónica Gómez, profesora de lengua guaraní

La proximidad al 12 de octubre representa para nosotros una época de reflexión, de reivindicación de nuestras raíces y también es un tiempo en el que sentimos la necesidad de expresar el repudio por aquel genocidio iniciado en 1492 y que lamentablemente hoy continúa. Nos reunimos con hermanos y hermanas pertenecientes a diferentes pueblos y nos acompañamos ejerciendo la memoria y honrando a aquellas personas que nos antecedieron y que resistieron para legarnos nuestras lenguas y saberes. Personalmente, considero que esta fecha nos fortalece y nos une a los diferentes pueblos originarios de América.

Ñanemandu’áramo ñande rapo rehe, ñande reko katuete oikovéta. Si recordamos cuáles son nuestras raíces, nuestras culturas vivirán por siempre.

Héctor Velázquez, profesor de mapudungun

Cuenta León Portilla en su poema escrito, en español y nahualt “Cuando muere una lengua, sus palabras de amor, entonación de dolor y querencia, tal vez viejos cantos, relatos, discursos, plegarias, nadie, cual fueron, alcanzará a repetir.”

Nuestro pueblo vive a través del mapudungun (idioma mapuche) hace ya miles de años en esta parte del mundo que llamamos Wallmapu, el territorio mapuche que va desde el océano Atlántico al océano Pacífico. En el nombramos todo lo que sentimos y todo lo que nos rodea en este espacio que habitamos.

Petu mogeleiñ, petu weychaleiñ taiñ kewün mew, taiñ mapu mew, taiñ az mogen mew, taiñ günewün ka feyentun mew.  Seguimos vivos, seguimos luchando con nuestra lengua, territorio, formas de vida, leyes y espiritualidad.

No hay terrorismo, hay luchas

Es necesario también expresar nuestro dolor y solidaridad con las hermanas mapuches de Lof lafken winkul Mapu de Villa Mascardi, Río Negro, que están encarceladas por defensa de su territorio. No podemos hablar de respeto por la diversidad si no entendemos la necesidad de políticas que no estigmaticen ni persigan. El respeto de los derechos ancestrales de los pueblos originarios, es también diversidad cultural, es respetar nuestras culturas en sus diferencias y riquezas sin que una sea hegemónica sobre otra, allí se expresa la plurinacionalidad, donde la diversidad nos une. Jallalla.

(*) Dirección Pueblos Originarios “Emilia Uscamayta Curi” y Docente de Quechua

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