DERECHOS HUMANOS

Por la Secretaría de Derechos Humanos FPyCS UNLP

A seis meses del Golpe de Estado perpetrado por la Fuerzas Armadas, sectores civiles y de la iglesia católica, el 16 de septiembre de 1976 y días posteriores, un grupo de estudiantes secundarios fue secuestrado, torturado, asesinado y posteriormente desaparecido.

Este hecho, llamado “La Noche de los Lápices” consistió en un operativo conjunto de efectivos policiales y del Batallón 601 del Ejército en el cual se efectuaron los métodos genocidas de la dictadura cívico-militar-eclesiástica.
Daniel «Calibre» Racero (18), María Claudia Falcone (16), Francisco «Panchito» Muntaner (16), María Clara Ciocchini (18), Horacio Hungaro y Claudio Acha (17), fueron asesinados y hasta el día de hoy se encuentran desaparecides. Emilce Moler (17), Patricia Miranda (17), Gustavo Calotti (18) y Pablo Díaz (19) sobrevivieron.

Todos fueron capturados en La Plata y conducidos al centro clandestino de detención «Arana», donde se los torturó durante semanas, hasta ser trasladados al Pozo de Banfield.

Ellas/es/os, siendo integrantes de la Unión de Estudiantes Secundarios (UES), habían participado activamente en la defensa de sus derechos, entre ellos el boleto estudiantil, y militado por un mundo con justicia social. Esto fue considerado por los militares como un acto de “subversión” digno de reprimir ferozmente.

Aquellas/es/os jóvenes llenos de vida llevaban la revolución como bandera y con su lucha, han dejado un legado en el movimiento estudiantil, que tuvo, tiene y tendrá un rol muy importante en la militancia por la construcción de un proyecto político de justicia social que defienden con una convicción implacable.

Las/es/os estudiantes, como plenos protagonistas de una política que los empoderó como sujetos de derecho y que las/es/os invitó a alzar la voz, son militantes del amor que sueñan y luchan por un país que incluya los principios e ideales por los cuales dieron la vida más de treinta mil compañeros y compañeras.

Hoy, a 47 años de este hecho, y en un contexto social y político complejo, en el que se escuchan discursos que niegan las atrocidades cometidas durante la dictadura, o haciendo apología de la guerra pretendiendo justificar el Terrorismo de Estado, remarcamos la necesidad de mantener viva la memoria colectiva y la lucha de las/es/os estudiantes.

A 47 años de la tristemente célebre “Noche de los Lápices” reafirmamos nuestro compromiso y sostenemos con profunda convicción que el único lugar para los genocidas es la cárcel común, perpetua y efectiva, y la realización de los juicios por crímenes de lesa humanidad que abonen al proceso de Memoria, Verdad y Justicia.

30 mil compañeros y compañeras detenidas desaparecidas Presentes!!!!!!
¡Ahora y Siempre!
¡Nunca Más es Nunca Más!

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